“Es un éxito que la propuesta Argentina haya obtenido un voto
mayoritario de parte de las Naciones Unidas, ya que es el foro
internacional más democrático que hay”, afirmó Robba.
“Esto
evidencia que la propuesta de la oposición de pagar el año pasado y en
efectivo era perjudicial para los intereses de la Argentina”, consideró.
“Hoy
a más de un año del fallo de Griesa, la economía argentina no colapsó
y, al contrario, volvió a crecer y a sostener el empleo”, aseguró el
economista.
“A partir de este posicionamiento en las Naciones
Unidas, el próximo gobierno va a tener una situación mejor para poder
cerrar una negociación desde una posición soberana, y resolver para
siempre el tema de la deuda externa argentina”, afirmó.
A su
turno, la economista Fernanda Vallejos consideró que la aprobación en la
ONU a la propuesta por 136 votos es “muy positivo”, y señaló que “es un
hecho histórico desde que la Argentina propuso el debate”. Agregó que
“es la primera vez que este organismo interviene en la esfera
financiera, para, como dice la presidenta Cristina (Fernández de
Kirchner), atacar al capitalismo anarco financiero”.
“Es positivo
para la Argentina y para el Gobierno por haberse puesto en debate para
el conjunto de los países que atraviesan situaciones complicadas y deben
reestructurar su deuda. Estos principios les permitirá contar con un
marco que garantice que la voracidad de los buitre no los empuje a
situaciones de complejidad, por no tener un marco jurídico que defienda
los intereses de los Estados y de los pueblos”, aseveró.
“Esto es
histórico para la gobernanza global en la historia de las finanzas
internacionales”, afirmó Vallejos, y consideró que con esta medida "los
Estados recuperan parte de su poder político en el control de la esfera
financiera”. Dijo que, en caso contrario, "los perjuicios para la gente
son severos" y consideró promisorio que se haya avanzado en la materia.
Para
Enrique Dentice, economista senior de la Universidad Nacional de San
Martín, la aprobación de las Naciones Unidas fue un hecho “positivo
desde el punto de vista político, porque posiciona a la problemática
argentina” en la materia, aunque dado que el trámite jurídico está en
proceso, aclaró que esta decisión no tendrá “ningún efecto” en el área
operativa actual, sino en el arco político.
“Esto sirve y es un
hecho importante en relación con la recomposición hacia adelante, por
parte del próximo Gobierno, de la relación de la Argentina con
organismos como el FMI y el Banco Mundial”, indicó.
Por su parte,
los economistas de la Universidad Nacional de Moreno (UNM) emitieron
una declaración respecto del voto de las Naciones Unidas en relación con
la propuesta argentina en materia de reestructuración de deuda
soberana, y destacaron su valor para situaciones similares por la que
deban pasar otros países.
A criterio de los académicos, la
resolución aprobada “representa un paso importante para las próximas
reestructuraciones de deuda porque, aunque no sea vinculante, pone en
evidencia el accionar de los fondos buitre que antes del caso argentino
habían operado exitosamente contra otros países porque que nadie conocía
ni su existencia, ni sus procedimientos extorsivos”.
Los
profesores advirtieron que “existen actualmente otras economías
sobreendeudadas, con falta de sustentabilidad para los pagos de capital e
intereses como -por ejemplo- Grecia, Ucrania, España y Puerto Rico.
Poner el foco sobre los fondos buitre y limitarlos, es una forma de que
los procesos de reestructuración de deuda se lleven a cabo con
racionalidad y no sean puestos en duda por un puñado de acreedores con
mucha capacidad de lobby y recursos financieros para llegar hasta la
propia Corte Suprema de los países centrales”.
También recordaron
que “en estos días se conocieron apoyos de varios economistas
heterodoxos que están a favor de establecer un marco jurídico mundial
para las reestructuraciones de deuda soberana.
Entre ellos, se
suman el investigador francés Thomas Piketty y el ex ministro de
Finanzas griego Yanis Varoufakis; también lo hicieron el profesor post
keynesiano de la Universidad de Texas, James Galbraith; el experto
argentino que trabaja con Joseph Stiglitz en la Universidad de Columbia,
Martín Guzmán, y la especialista en desarrollo de la Universidad de
Sussex, Mariana Mazzucato, entre otros referentes".