Si el proyecto de ley de la Casa Rosada se aprueba en la Cámara Alta,
como se espera que suceda, Prat-Gay estará autorizado para pagarles en
efectivo a Paul Singer y el resto de los acreedores que firmaron un
preacuerdo con Argentina. Pero el aval de los senadores no es la mayor
preocupación del jefe de Hacienda, sino encontrar interesados en prestar
dólares.
De los U$S 12.500 millones que precisa el exejecutivo
de la JP Morgan, las entidades financieras encomendadas para traerlos le
aseguraron a El Destape que sólo pueden acercarle U$S 9.500 millones.
La condición que exigen los inversores internacionales para comprar
estos nuevos bonos consiste en cobrar un interés más caro que el
prometido por el secretario de Finanzas. Luis Caputo garantizó en el
Congreso que el interés no superará el 7,5%, pero los fondos reclaman
uno superior al 8,5% a cambio de este salvavidas para el Gobierno.
El
ministro busca un monto muy superior al que se acostumbra operar en las
colocaciones de deuda soberana, lo que lo ubica con menos poder a la
hora de negociar la tasa. "Van a tener que ceder y aumentar el atractivo
de los títulos para conseguir interesados, porque con lo que plantean
por ahora no hay muchos anotados", confió a este medio uno de los
intermediarios.
Aún con un interés mayor al
presupuestado por Hacienda, la cifra que suman los bancos no satisface
las necesidades de caja. Para conseguir más inversores, Prat-Gay tenía
planeado un "roadshow" junto a Caputo para la semana próxima, pero fue
suspendido. La versión oficial de su oficina indica que la fecha nunca
fue definida. En el mercado reaseguran que el funcionario la aplazó
indefinidamente por temas de agenda, lo que da a entender que existen
otras prioridades antes.
En el caso extremo de que
sancionada la ley el Gobierno no pueda endeudarse por la totalidad de
los U$S 12.500 millones, analizan la posibilidad de usar reservas del
Banco Central para el faltante. El pago a los buitres significa el 38%
de los activos internacionales, que cerraron en U$S 29.871 millones el
martes. Sin embargo, el BCRA no puede contar con U$S 5.000 millones de
ellos que corresponden a un crédito que deberá devolver en enero.
Para
no debilitar las reservas, la siguiente opción con la que cuenta
Prat-Gay es acudir al FMI, el único organismo capaz de desembolsar
grandes cantidades antes del 14 de abril, cuando Griesa dispuso que
Argentina le pague a los buitres. De acuerdo a los especialistas en
colocaciones de deuda consultados por este medio, el organismo ha
entregado líneas similares a otros países desesperados por dólares y con
tiempos acuciantes, como los que quiso manejar el Gobierno con un pago
rápido y en efectivo.
De esta manera Cambiemos podría saltar los
obstáculos que no previó antes de encomendarse a la mayor toma de deuda
del milenio en el mundo. Sin embargo, tanto la suba de la tasa, como el
uso de reservas o un préstamo del Fondo atraen consecuencias que pueden
ser saneadas en parte si ingresan capitales, lo que en la City no
vislumbran mínimamente hasta 2017.