Los primeros meses del año mostrarán salarios en caída y pobreza en alza por Juan Strsnoy
El derrape de 2018, que generó el mayor deterioro social desde 2002, no tendrá una pronta recuperación. Lejos de los deseos del brindis, el año que comenzará este martes traerá, en el mejor de los escenarios, largos meses de caída de los salarios y pobreza en alza. Y una potencial recuperación recién se vería en el segundo semestre.
Ante la fuerte desconfianza en el programa financiero y el largo proceso electoral que amenazan la pax cambiaria, la incertidumbre nubla las proyecciones. Los análisis de base optimista coinciden en que durante el primer trimestre la actividad seguirá en recesión y la mayoría de los gremios sumarán algunos puntos en las revisiones paritarias con los que buscarán compensar parte de la pérdida salarial de este año y pelearán contra un piso inflacionario superior al 2% mensual que dejará el arrastre de 2018. A eso, se sumará la presión de los tarifazos, que se aplicarán en su mayor parte en los primeros meses, de hasta el 55% en energía y 40% en transporte.
La cuesta arriba será muy empinada. El salario real cerró 2018 con una caída interanual de 13-14% (según estimaciones de IET y de ITE-FGA), que empujó a la pobreza a más de 2 millones de personas (ODSA-UCA).
“Siguiendo las presunciones optimistas del Gobierno, habría un rebote
muy pequeño del poder adquisitivo (unos 4 ó 5 puntos) y quedaría muy
lejos de recuperar lo perdido. En el supuesto optimista en que logren
contener el dólar, se consolidaría un piso de pérdida ingresos de 15-20%
desde 2015”, consideró Hernán Letcher, director de CEPA, consultado por
BAE Negocios.
En cuanto a la pobreza, sostuvo que podría haber una
recuperación de 1 ó 2 puntos “si se confirma el pequeño rebote de los
ingresos populares”, aunque esto también implicaría la consolidación de
buena parte del aumento de 2018. Además, el potencial rebote llegaría
recién en el segundo semestre; en la primera mitad los indicadores
sociales serían peores que un año atrás.
Para Daniel Schteingart,
analista del IET, los indicadores sociales tendrán “su peor momento en
el semestre móvil que agrupa al 4° trimestre de 2018 y el 1° de 2019 y
después podría estabilizarse a partir de las reaperturas paritarias por
lo perdido en 2018 que darían lugar a una recomposición muy lenta de los
ingresos”.
Consultado por este diario, estimó que a partir de enero
podría empezar a haber variaciones mensuales (sin estacionalidad)
positivas pero en términos interanuales los salarios caerán al menos
durante todo el primer semestre.
El coordinador del Observatorio del
Derecho Social, Luis Campos, coincidió en que es “muy difícil hacer
proyecciones” en este marco de incertidumbre. “En un escenario
optimista, no habría que descartar un año de crecimiento del salario
real, impulsado por aumentos nominales importantes pendientes de las
revisiones ya acordadas a los que luego se sumarían los provenientes de
la negociación salarial 2019, principalmente a partir de abril”, apuntó a
este diario. En ese caso, sostuvo que las mejoras interanuales
empezarían a verse hacia mediados de año.
Y aclaró: “En un escenario
pesimista que no conduzca a un estallido (que tampoco hay que
descartar), no estaríamos frente a algo necesariamente distinto a lo que
pasó en 2018”.
El Gobierno busca fijar un techo del 23% a las
paritarias 2019 en línea con su previsión para el IPC (los privados ya
hablan de una inflación cercana o superior al 30%). Y logró con éxito la
firma de tres convenios en esa pauta. Por eso, en condiciones de
estabilidad económica, la recuperación de las condiciones de vida en el
2° semestre dependerá de las revisiones salariales por lo perdido en
2018, que están discutiendo muchos gremios en estos momentos.
Un
informe del Instituto de Trabajo y Economía (ITE-FGA explicó que
Comercio, que será la punta de lanza del Ejecutivo para marcar la cancha
en las paritarias de 2019, ya acordó una recomposición del 20% por la
caída del poder adquisitivo de este año, sin embargo, “son pocos los
sectores que están alcanzando incrementos de esa magnitud”. “Parece
improbable que a nivel agregado durante 2019 haya espacio para una
recomposición significativa de los salarios. Más difícil parece volver a
los niveles de 2017, y ni hablar de los de 2015, que quedaron
definitivamente archivados”, concluyó el estudio.
Así, las condiciones de vida seguirán mostrando un deterioro en la primera parte del año. Hacia delante todo está por verse.