Steiner se comprometió a no despedir empleados
Con 70 años recién cumplidos, Zanella no pasa su mejor momento. Con cuatro plantas que trabajan a una capacidad de producción de un 30% promedio, jornadas reducidas y trabajadores que cobran sólo el 55% de su sueldo, la situación es complicada. Walter Steiner, CEO de Zanella, explica a BAE Negocios que "parece que al Gobierno no le interesa que la industria produzca. Tienen otros temas más importantes que resolver".
Zanella pasó de tener 500 empleados en los últimos años a un plantel de 400 trabajadores.
Posee plantas en Caseros, Cruz del Eje Córdoba, San Luis y Mar del
Plata, la más complicada. Steiner señala que "el mercado se cayó, ya no
es viable producir y ya no tengo volumen que justifique tener una
fábrica en Mar del Plata. No hay señales de recuperación, la gente está
preocupada y yo también. Los días no trabajados cobran el 55% neto y hay
un compromiso de no despedir hasta fin de marzo. El ex intendente
Gustavo Pulti nos prometió que iba a salir la autorización para hacer
una terminal automotriz y nunca salió".
Steiner cuenta que evalúa
cerrar una planta, pero también busca diversificarse. "En la planta de
San Luis, con un socio, estamos pensando en construir viviendas y entrar
en el negocio de la energía eólica. Algo tenemos que hacer".
Lejos
quedaron las buenas épocas. "Desde el 2004 hasta el 2012 en Zanella
hasta fabricábamos los motores. Luego tuvimos que dejar de hacerlos,
poco a poco fuimos reemplazando todas las partes nacionales, la
competencia nos hizo la vida difícil, sumado a los aranceles", cuenta
Steiner. Y agrega que "con la Cámara de motos le pedimos al Gobierno que
nos autorice a integrar partes nacionales y lo compense con menos
aranceles en la Aduana. El ministro de Producción Dante Sica, dijo que
saldrá por decreto y nos citó para el viernes 25".
"Estoy frustrado.
Al principio yo aplaudí mucho al presidente Mauricio Macri, y no me
gusta ser visto como un opositor, pero como empresario me siento sólo y
no apoyado. Esta política económica nos afecta terriblemente, pero al
Gobierno no le interesa que la industria produzca. Capaz tienen
problemas más graves que resolver", explica el suizo y agrega que "lo
que tengo en el puerto lo voy a dejar ahí. Los sueños de producir un
camión se me van por la frustración de que nadie se ocupa de darme una
ventaja. Los bancos de la provincia me piden hasta 80% para descontar un
cheque, a nuestros clientes les cuesta más del 100% financiar. ¿Cómo se
puede seguir así?".