Catherine Fulop, la actriz venezolana-argentina, de quien desconozco su religión, debería tener en cuenta que el mundo es la reunión de 125 naciones. De siete mil millones de habitantes, más de 1.200 millones son católicos. Miembros del cuerpo místico de Cristo que es la Iglesia católica.
Ella debería saber que el Papa es el jefe espiritual de la Iglesia católica. También la máxima autoridad del Estado Vaticano. Desde ese lugar no puede inmiscuirse en los asuntos internos de ningún país. Ese es un principio del derecho internacional. Sin duda, Fulop, antes que hablar tiene que estudiar. Mucho. Su Santidad como jefe universal de la Iglesia católica debe prescindir de las cuestiones de sectores partidarios o regímenes políticos de cada nación.
Fulop, hay que leer, informarse, hablar con autoridad, no por boca de ganso. El Papa está obligado a atender la vida espiritual de todos los habitantes, sean del país que sean. La vida espiritual de los venezolanos está exacerbada por conflictos internos que ellos mismos provocaron a lo largo de la historia.
Ellos los deben resolver. Nunca es tarde para aprender, Fulop. Siempre
se está a tiempo. El jefe espiritual de los católicos no puede tomar
partido por unos u otros. Claro que no. Está para compartir su
sufrimiento e invitarlos al diálogo.
No se trata de Maduro o Guaidó.
Fulop, hay que ser instruida. No se trata de una puesta en escena, una
cirugía estética. Es un tema serio. Gravísimo. Es ridículo que le pidas
al Papa que respalde a uno o a otro. Más allá de Maduro o Guaidó están
los segmentos del pueblo de Venezuela. Quienes se enriquecieron con
esfuerzo y trabajo. Muchos otros como resultado de la corrupción. Un
país muy corrupto.
Por otro lado, los pobres que estuvieron
sumergidos durante décadas, sin acceso a medios culturales para salir de
la pobreza. Los nuevos ricos producto de la corrupción de la década
chavista tienen sus capitales en el exterior. No son partes del
conflicto de poder. El Papa se dirige a todos. Sufre por ellos y les
dice que el todo es superior a las partes y la realidad es superior.
Fulop, tal vez no entiendas de qué hablo, pero si estudiás vas a
entender porque no se puede opinar desde la ignorancia. No sería bueno
que el jefe espiritual de los católicos cediendo a lo que pretende una
parte dijera 'estoy con esto o contra esto'.
Por eso es
irresponsable, grosero, gratuito que vos, Fulop, o cualquier otro
quieran poner al Papa una de las camisetas en conflicto.