Por la crisis cierra la autopartista Metalpar y quedan 600 empleados en la calle
Se trata de la mayor fabricante de carrocerías para ómnibus de la Argentina. No pudo sobrevivir a la caída de ventas y la falta de crédito. Dejará de fabricar en el país y empezará a importar desde Brasil. Asegura que pagará las indemnizaciones por despido.
Derrumbe. La planta de Metalpar está ubicada en Loma Hermosa, partido de San Martín. Dejará de fabricar buses y los importará desde Brasil. La crisis económica viene castigando con especial énfasis a la industria de autopartes. Y en ese marco se confirmó el cierre de Metalpar, la mayor fabricante en la Argentina de carrocerías para colectivos. La caída de ventas, la desaparición del crédito y el encarecimiento del dólar se combinaron para que la firma decidiera bajar la persiana de su planta en la localidad bonaerense de Loma Hermosa, partido de San Martín, donde trabajan 600 personas.
Metalpar es propiedad de una empresa de capitales chilenos (Metalúrgica
Paredes), asociada al poderoso grupo brasileño Marcopolo, cuyo logo se
puede ver en la mayoría de los colectivos que circulan por calles y
rutas del país. Su amplia visibilidad se debe a que sus carrocerías son
utilizadas en más del 70% de los ómnibus, en alianza con otros
proveedores del sector como Mercedes-Benz, Vigia y Allison.
Dada su
relevancia en el sector, trascendió que sus productos no desaparecerán,
pero dejarán de ser fabricados en la Argentina y serán reemplazados por
carrocerías importadas desde Brasil.
En 2015, Marcopolo tomó una
decisión similar en Chile, aunque las razones no fueron las mismas que
influyeron en el caso argentino. En el país trasandino se dejaron de
producir autobuses y comenzaron a importarlos de China.
La empresa
informó que el cierre de la planta de Loma Hermosa implicará el despido
de 600 trabajadores, entre operarios y personal de tareas de limpieza,
seguridad, comedor y mantenimiento. Pero aclaró que todos cobrarán las
correspondientes indemnizaciones.
La empresa no se acogió al
procedimiento preventivo de crisis, a pesar de que desde mitad del año
pasado viene aplicando un plan de ajuste, con recorte de tareas y de
personal.
Fuentes de la empresa explicaron que la caída de ventas
(pasaron de fabricar 12 colectivos por día a 5 unidades) fue
consecuencia también de la crisis en que quedó sumergido el
autotransporte de pasajeros, con la mayoría de las empresas quebradas e
imposibilitadas de renovar su parque de vehículos. Las transportistas
siguen recibiendo subsidios del Estado, aunque éstos se fueron
reduciendo, y tampoco compensaron sus costos en ascenso con los aumentos
del boleto.
En octubre de 2017 la empresa firmó un convenio que
contenía un programa de fabricación, pero fracasó porque las compañías
transportistas alegaron inconvenientes financieros para darle
continuidad.
Los dueños de Metalpar también son dueños de Metalsur,
con una fábrica en Villa Gobernador Gálvez donde produce carrocerías
para colectivos de larga distancia. La continuidad de esta planta está,
al menos por ahora, fuera de discusión, aseguraron.
La crisis del
sector autopartista está muy lejos de haber concluido. Según trascendió,
hay tres empresas multinacionales con fuerte presencia en Argentina que
están evaluando cerrar sus operaciones. Dos de ellas ya habrían
informado su decisión a varios de sus clientes más importantes para que
busquen nuevos proveedores.