La causa: “La autonomía de los mercados y de la especulación”
Los obispos contra la pobreza “peligrosísima”
Empezando la Semana Social, la Conferencia Episcopal Argentina fue dura con la desigualdad social y la ideología antiestatal.
Por Washington Uranga. Oscar Ojea, presidente de la Conferencia, inauguró el encuentro. Imagen: Télam
“El grado de desigualdad social en que estamos sumergidos es muy grande y peligrosísimo para nuestro futuro”, dijo el obispo Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) al hablar en la sesión inaugural de la Semana Social que comenzó ayer en Mar del Plata organizada por la Iglesia Católica. En la oportunidad el obispo de San Isidro afirmó que “las causas estructurales de la pobreza residen ante todo en la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera”. Y sostuvo que “esta autonomía está defendida por ideologías que niegan el derecho de control de los Estados encargados de velar por el bien común”.
Recordando palabras del Papa, el obispo llamó a colocar la política por
encima de la economía porque “no podemos entregarnos con las manos
atadas a una economía que mata”. Hizo también una apelación al
“encuentro de los argentinos y por la paz entre los argentinos” que
incluye “un desafío cultural” que para enfrentarlo demanda “crear
espacios de pensamiento y de diálogo aún en este tiempo en que lo
inmediato parece ganarlo todo”.
El presidente del Episcopado advirtió
que “nuestros problemas más urgentes” en medio del proceso electoral
son “la alimentación, especialmente de los niños, el desempleo y la
angustiosa situación económica”.
Respecto de los dirigentes Ojea
advirtió el riesgo que los políticos tienen de “alejarse del pueblo”,
hecho que atribuyó a “la presión de una elite, un malentendido
profesionalismo o la tarea de construir una imagen y de vivir para
ella”.
La llamada “Semana Social” que anualmente y desde hace 25 años
realiza la Iglesia Católica, es un escenario montado por el episcopado a
través de la Comisión de Pastoral Social que preside el obispo Jorge
Lugones, para poner a debatir los temas que le importan a la jerarquía,
y convocar para ello a diversidad de actores relevantes de la vida
política, sindical, empresaria y académica del país. El lema de las
jornadas de este año es “Trabajo: clave para el desarrollo humano
integral”. En la previa del encuentro, Lugones aprovechó un diálogo
circunstancial con periodistas para subrayar como problema que “la mitad
de los trabajadores en nuestro país están en negro”, agregando que se
trata de “índices que nos golpean”.
En esta ocasión resalta la
ausencia de funcionarios oficiales de alto rango en las jornadas. El año
pasado estuvieron en la inauguración la Gobernadora de la Provincia de
Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y la Ministra de Desarrollo Social,
Carolina Stanley, uno de los nexos del oficialismo con la jerarquía
católica. En esta oportunidad la presencia del gobierno quedará limitada
al Secretario de Culto de la Nación, Alfredo Albiani y algunos asesores
y ex funcionarios. En el programa está prevista la participación en los
distintos paneles del industrial José Urtubey, del ex ministro Jorge
Triaca, de Joaquín De la Torre (en representación de la gobernadora
Vidal), Julio Piumato, Hugo Yasky y Fernanda Raverta, entre otros.
Si
bien el diálogo institucional entre el Gobierno y la Iglesia es fluido,
desde el oficialismo causa molestia la insistencia de la jerarquía y de
otros actores del mundo católico en cuestiones que hacen referencia a
la crisis social. Y en más de un caso se menciona directamente al Papa
como responsable de presuntas instrucciones en tal sentido. Para
argumentar se menciona la estrecha relación y diálogo permanente que
existe entre Ojea y el papa Bergoglio. A ello se suma el malestar porque
Francisco viene postergando su visita al país, algo que solo se
concretaría después de realizadas las elecciones y el cambio de
gobierno, según un anticipo hecho por el Presidente del Episcopado quien
no obstante no confirmó oficialmente ninguna fecha para la eventual
gira papal por Argentina.
Al margen de lo anterior, el oficialismo
mira con recelo el diálogo frecuente y abierto que Ojea tiene con los
organismos defensores de los derechos humanos, organizaciones y
movimientos sociales.
Entre los obispos se reitera la preocupación
por lo que consideran la “tergiversación” del mensaje papal en los
medios de comunicación, sin dejar de señalar la afinidad entre los
periodistas que critican a Bergoglio y los voceros oficiosos del
gobierno.
wuranga@pagina12.com.ar