La derrota en la elección provincial y la falta de candidatos propios
para las elecciones nacionales (donde debía renovar dos de los cuatro
diputados que le responden) dejaron con muy poco músculo político a
Adolfo, que ahora busca reinventarse desde el macrismo. El senador
también había perdido el apoyo de su compañera de bloque María Eugenia
Catalfamo, cercana a Alberto.
La pelea entre los Rodríguez Saá escaló
hasta las acusaciones de corrupción. Alberto denunció a su hermano por
haberse llevado 14 millones de pesos de las cuentas del Partido
Justicialista, de donde fue expulsado.
En San Luis hasta ahora el
macrismo estaba liderado por el ex gobernador Claudio Poggi, que en la
elección de junio estuvo a 8 puntos de arrebatarle la provincia a
Alberto. Poggi está fuertemente enfrentado con los Rodríguez y
recientemente denunció a Adolfo por haber cobrado 80 millones de un
subsidio a través de una fundación de su esposa.
Con el pase de
Rodríguez Saá, Pichetto se anota otro nombre que acerca al macrismo
desde la Cámara alta. El rionegrino ya había acercado al correntino
Carlos "Camau" Espínola y a la neuquina Lucila Crexell, que será
candidata de Juntos por el Cambio. Además, aceitó los vínculos con
habituales aliados del oficialismo como Carlos Menem, Juan Carlos Romero
y el Lole Reutemann