En su momento, el Ministerio de Justicia no avanzó en esa dirección.
Finalmente, el miércoles pasado la ministra de Justicia, Marcela
Losarlo, firmó la resolución por la que le quitó la personería.
El
texto de esa resolución indica que la fundación fue inscripta el 3 de
mayo de 1995. Fue cuando Larreta comenzó a reunir cuadros políticos para
su carrera. En la web del Gobierno porteño, donde figura la biografía
de Larreta dice que “en 1993 creó la fundación Grupo Sophia, una ONG
compuesta por jóvenes con intenciones de asumir responsabilidades
públicas. Por ese semillero pasaron la Gobernadora de la Provincia de
Buenos Aires María Eugenia Vidal, la Ministra de Desarrollo Social de la
Nación Carolina Stanley, y el Ministro de Educación de la Nación
Esteban Bullrich, entre otros tantos que dejaron su impronta”. En
verdad, este último no formó parte del Grupo Sophia, aunque sí era amigo
de Larreta. La gestión actual de la IGJ, bajo el mando de Ricardo
Nissen, comenzó un trabajo de fiscalización sobre el Grupo Sophia: fue
al último domicilio registrado y allí les dijeron que hace más de una
década que no funcionaba allí a esa ONG. Luego intimaron al último
directorio registrado, entre ellos al exsecretario de Seguridad Eugenio
Burzaco y no tuvieron respuesta. "La falta de presentación de estados
contables o cambios en la composición de sus autoridades, sumado a la
falta de registración de una nueva sede social hace suponer, prima
facie, que la entidad no estaría desarrollando las actividades para las
cuales le fuera otorgada --en su momento-- la autorización para
funcionar", concluyó la IGJ. En base a esto, la minista de Justicia
firmó una resolución el 3 de febrero en la que le quitó a la ONG la
autorización para funcionar. Así dejó de tener personería la fundación
con la que Larreta comenzó a hacer política y que tuvo a Vidal a cargo
del área social y a Stanley como directora (fue una de las últimas,
estuvo hasta 2007) y también a otros funcionarios porteños, como el
secretario general Fernando Straface. Los más memoriosos de los
dirigentes larretistas recuerdan que funcionó hasta 2009 o 2010. Cerca
de Larreta, también indicaron a este diario que "hace más de una década
que ya no funcionaba".
En verdad, desde 2002, las líneas de las
fundaciones se desdibujan, dado que todo el equipo de Larreta se sumó al
de Macri, que venía de crear la Fundación Creer y Crecer junto con
Francisco De Narváez. La creación de fundaciones fue una de las
características de esa nueva derecha, siguiendo los pasos del Partido
Popular español, con la Fundación FAES de José María Aznar. La Fundación
Pensar fue una suerte de confluencia de sus antecesoras y pasó a ser el
principal think tank del PRO, con Francisco Cabrera y Miguel "Mike"
Braun al frente.
Algunas investigaciones periodisticas también dieron
pistas sobre cómo esas fundaciones también sirvieron para canalizar
fondos: fue el caso de la Fundación Formar, radicada en Delaware, que
tenía como intergantes a Esteban Bullrich y Gabriel Zánchez Zinny. Según
Tiempo Argentino y Chequeado, esa fundación fue utilizada para
canalizar "donaciones", de proveedores del Gobierno bonaerense cuando
Gabriel Sánchez Zinny era el director general de Escuelas.
Hoy este
último forma parte de la Fundación Mauricio Macri, creada por el
expresidente homónimo. No obstante, esta última todavía tiene algunos
problemas de papeles. En verdad, lo que inscribieron ante la IGJ fue la
Fundación Cambiar es Posible en Latinoamérica (Cepla). La anotó en
noviembre de 2019 José Torello, exjefe de Asesores de Macri y amigo
personal del expresidente, junto con su exsecretario general Fernado De
Andreis. El 13 de marzo del año pasado, plantearon el cambio de nombre a
"Fundación Mauricio Macri". El que se ocupó del trámite fue el
secretario privado del expresidente, Darío Nieto, investigado por
presunto espionaje ilegal. Hizo la presentación a fines de diciembre
pasado. Macri tiene planeado lanzar un curso para educadores desde esa
fundación, aunque evidentemente es una idea reciente, porque cuando
presentaron el estatuto ante la IGJ nada decía sobre el área educativa,
sino que se planteaba como una ONG para "formación, capacitación y
perfeccionamiento de dirigentes políticos y sociales".
Es decir, la
misma lógica con la que Larreta creó la Fundación Sophia en los años
noventa, antes de formar parte de los gobiernos alternativamente de
Carlos Saúl Menem y luego de Fernando de la Rúa, dos experiencias en las
que lo acompañaron sus adláteres del Grupo Sophia, que dejó de existir
formalmente con una resolución del Ministerio de Justicia.