
Nicolás Pino, presidente de la entidad, repitió quejas contra el intervencionismo estatal y lanzó guiños a Rodríguez Larreta y la Corte Suprema. Por Mara Pedrazzoli. En un acto colmado de figuras de la opoción y ausencias del oficialismo, el presidente de la Sociedad Rural, Nicolás Pino, inauguró la exposición de Palermo con un discurso lleno de quejas, las mismas de siempre: retenciones, infinitos tipos de cambio, infraestructura rural enclenque e impuesto inflacionario sobre un campo que es el “único sector que genera divisas netas genuinas para que la Argentina funcione.” Los candidatos presidenciales de la oposición, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, fueron ovacionados al llegar a la pista central. Ni el presidente Alberto Fernández ni funcionarios del oficialismo asistieron al evento. Los aplausos parecieron premiar más al alcalde porteño que ingresó a la platea caminando por delante de Bullrich pero sin tomarse un tiempo para saludarla.
 A unos metros de distancia se abrazaban sendos matrimonios, de Jorge 
Macri con María Belén Ludueña y Roberto García Moritán con Pampita. Unas
 filas más atrás se veía abrigado a José Luis Espert y a varios otros 
legisladores de Juntos por el Cambio, como Martín Tetaz y Hernán 
Lombardi dando fuerza a las alegorías del líder rural. Rodríguez Larreta
 fue también el único político explícita y reiteradamente aludido en el 
discurso (además de la Corte Suprema de Justicia). “El Estado actúa como
 socio desleal y forzoso. Lo hace a través de impuestos confiscatorios, 
discriminatorios y distorsivos, que se van acumulando sin lógica ni 
sentido”, bramó el único orador del evento, Nicolás Pino. “Lo hace a 
través del manejo del tipo de cambio, que obra como un instrumento de 
apropiación de la legítima rentabilidad del productor. Lo hace a través 
de información falsa, manipulando y exagerando, por ejemplo, la 
incidencia del precio de la carne vacuna en el índice de precios al 
consumidor”, continuó. Son conocidas y reiteradas las críticas del campo
 al gobierno por no devaluar, pero nunca se había cuestionado algo tan 
específico como la ponderación de la ingesta vacuna en la canasta de 
consumo de los argentinos. En cambio, Pino dejó de lado en su exposición
 que el gobierno confirió cuatro tipo de cambios diferenciales al sector
 agroexportador en menos de dos años para mejorar la rentabilidad y 
destrabar su resistencia a la liquidación de exportaciones. Días atrás, 
los precandidatos presidenciales de la oposición expusieron sus 
propuestas ante los principales referentes rurales: todas y todos 
plantearon eliminar las retenciones. Javier Milei dijo que los ingresos 
del campo podrían triplicarse si se le saca el pie de encima del Estado.
 Y esa misma metáfora utilizó Patricia Bullrich. También hablaron ante 
expositores, socios, productores y trabajadores del ámbito rural otros 
capitanes de la política, como Miguel Angel Pichetto, Gerardo Morales y 
Juan Schiaretti. Y, por último, los precandidatos a gobernador y 
gobernadora bonaerenses: Néstor Grindetti, Diego Santilli y Carolina 
Píparo.
Contra las medidas “Las medidas tomadas por el Gobierno esta 
semana no nos dan previsibilidad, y que quede bien claro: estas medidas 
se toman por una necesidad financiera del gobierno y no en beneficio de 
todo el sector”, arremetió Pino, que aunque en un tono monocorde, se 
mostró duro con la gestión de Fernández. No es la primera vez que los 
líderes rurales se manifiestan en contra de los “dólar soja” y ahora 
también “dólar maíz”, que beneficiaron al sector con un tipo de cambio 
más alto para liquidar sus exportaciones perjudicadas por la sequía. Los
 referentes del campo piden más: piden una devaluación sin techo y 
unificación cambiaria, algo que hasta los economistas más capacitados de
 la oposición política han puesto reparos a la hora de recomendar. Lo 
cierto es que el gobierno no sólo instrumentó más de un tipo de cambio 
preferencial para el agro sino que atendió casos puntuales de pequeños y
 medianos productores a través de la declaración y perfeccionamiento en 
la aplicación de la Ley de Emergencia Agropecuaria y creó variadas 
líneas crediticias para empresarios afectados por la sequía. Dentro del 
predio se mostraban numerosas máquinas agrícolas que no han tenido en 
2023 su mejor año en ventas a causa de la sequía: fertilizadoras, 
tolvas, cortadoras, arados con navajas enormes, cosechadoras 
ultra-equipadas y tractores con cabinas transparentes que parecían 
traídos de una película de ciencia ficción. El campo, la ciudad y la 
industria componiendo un mantra moderno. Pero había pocos paisanos en 
los stands. La Corte y Larreta “Queremos resaltar el accionar de la 
Corte Suprema de Justicia de la Nación, qué por estos días, resiste el 
embate del gobierno que ignora la división de poderes, un pilar 
fundamental del buen funcionamiento de la democracia. Esos son los 
ejemplos que se deben defender”, continuó Pino. Puntualmente se refirió a
 que la Corte devolvió a los tribunales de Córdoba un amparo presentado 
por productores que se oponían a las retenciones, cuestionado por el 
gobierno. “Señores: la Justicia debe ser rápida, eficaz e 
independiente”, sentenció. Pero los halagos ciertamente más explícitos 
se dirigieron, como se dijo, al alcalde porteño, con una mención a la 
firma de un convenio con la ciudad de Buenos Aires en donde el campo 
ayudará a que la urbe consiga ser “Carbono Neutral”. De alguna manera, 
el campo va a capturar y remover las emisiones que la ciudad no pueda 
disminuir, potenciando el cuidado del planeta. En más de una oportunidad
 Pino giró hacia su derecha para mirar a los ojos a Horacio, y un 
momento hasta le propinó: “dale, Horacio, ayudanos”.
En cambio a 
Sergio Massa le valió una mención en elipse, cuando el presidente de la 
SRA recordó haber vivido “en carne propia” esta semana un episodio 
pequeño y frívolo de la política, en mención a la poco oportuna foto en 
abrazo con el precandidato presidencial de Unión por la Patria. Dijo: 
“Nos falta, es verdad, ejercer plenamente y consolidar la democracia; es
 decir, dejar de lado el vaivén entre extremos, y reducir la costumbre 
de romper siempre con lo anterior, en vez de lograr políticas de Estado 
basadas en el acuerdo. La política prefiere muchas veces ocuparse de las
 rencillas entre los políticos, en vez de ocuparse de los argentinos; se
 gasta mucho tiempo en frivolidades y pequeñeces, esta semana lo viví en
 carne propia.”
Los toros, vaquillonas y terneros campeones miraban 
desde la pista central aprestandosé para un corto desfile. El discurso 
del presidente de la SRA duró poco más de media hora y terminó con 
cierta ambigüedad, una retórica autocrática y de celebración con el 
agite de pequeñas banderas nacionales de plástico. “Hacemos un llamado 
de atención, especialmente, a las personas que ambicionan ocupar cargos 
públicos en las próximas elecciones. El campo no va a ser un espectador 
pasivo. El campo va a ser protagonista de la realidad nacional, de una 
nueva Argentina.” aclaró enfático Pino al cierre. Para luego preguntarse
 algo más dudoso: “¿Cuándo será el día en que un gobierno saliente no 
deje al siguiente un campo minado de problemas por estallar? ¿Cuándo 
será el día en que el gobierno que asuma no se cruce de brazos 
quejándose de la famosa “pesada herencia recibida”?”. No está muy claro a
 qué gestiones alude, pero sí que presiona.

