
 Días antes había dicho que cuánto más alto esté el dólar, más fácil 
dolarizar. Para ello, la corrida sobre depósitos que impulsa es una 
movida en esta dirección. El dólar blue comenzó la semana con otro salto
 de precios,  alcanzando un pico de 1040 pesos. Milei realizó 
declaraciones incendiarias sobre el valor de la moneda local, ratificó 
que pretende dolarizar la economía y potenció la corrida cambiaria. La 
lógica detrás es la de impulsar el nivel de desorden antes de las 
elecciones. Sus dichos promueven el clima de incertidumbre, especulación
 y búsqueda de refugio.
En medio de estas fuertes presiones por una 
devaluación del dólar oficial, el Banco Central vendió  reservas. Se 
desprendió de 70 millones de dólares en el mercado de cambios oficial y 
acumula intervenciones por 246 millones en octubre. La autoridad 
monetaria negocia para activar un nuevo tramo del swap con China que le 
permitiría sumar poder de fuego por 5000 millones de dólares. 
El 
objetivo en el cortísimo plazo es evitar que el mercado fuerce un ajuste
 del tipo de cambio mayorista y otra aceleración de las tasas de 
inflación. Los ingresos de la población y la distribución quedarán 
marcados a fuego por el resultado de esta disputa sobre la devaluación 
del dólar oficial.
El discurso incendiario que comenzó a elucubrar 
Milei en los últimos días contrasta con las declaraciones que hacía a 
finales de agosto. Luego de las elecciones primarias, en la que sacó 
casi el 30 por ciento de los votos, había dicho que Juntos por el Cambio
 lo había tentado a hacer “reventar” el programa económico del Gobierno,
 y se había negado. “Yo entiendo que para los políticos ganar una 
elección sea importante, pero para mí, no es de cualquier modo. Quiero 
ganar las elecciones, pero de modo limpio. Juntos por el Cambio, con tal
 de conseguir un voto más, está dispuesto a arruinarle la vida a los 
argentinos", había dicho en ese momento.

