
 Los gremios adheridos a la Federación Argentina de Trabajadores de 
Prensa (FATPREN), realizarán este viernes actividades en todo el país 
para denunciar la precarización laboral del sector, en defensa de la 
libertad de expresión y el derecho a la información y contra el cierre y
 privatización de los medios públicos. Desde el primer día de mandato, 
el gobierno de Javier Milei viene atentando contra la libertad de 
expresión y el derecho a la comunicación, entendido como un derecho 
humano, tal cual lo expresa la Ley de Servicios de Comunicación 
Audiovisual 26522, sancionada tras años de debates y movilizaciones con 
amplia participación de los más diversos sectores de la sociedad 
argentina. “Los ataques del gobierno nacional no tienen precedentes. 
Javier Milei agrede a periodistas críticos, fomenta un clima de odio 
contra nuestro oficio y toma decisiones que afectan al derecho a la 
información y a la libertad de expresión como el intento de cierre de la
 Agencia pública de noticias y publicidad Télam, el ahogo de medios 
autogestivos mediante el recorte de planes de fomento o la eliminación 
de la pauta publicitaria pública, medida que también afecta la situación
 financiera adversa de los medios privados”, denuncia SIPREBA. Provincia
 adentro, en pequeñas, medianas o grandes ciudades, el periodismo cumple
 históricamente un rol muy diferente al de los periodistas estrella de 
los canales monopólicos o los editorialistas de medios nacionales. 
Existe un periodismo de cercanía, preocupado en dar a conocer las 
novedades que importan a la sociedad a la que pertenecen. Radios AM y 
FM, páginas Web, canales de Tv de baja potencia y algunos periódicos en 
papel que aún resisten, se ocupan diariamente de dar voz a dirigentes y 
vecinos.  Esos medios están unidos en la Asociación de Radiodifusoras 
Bonaerenses y del Interior de la República Argentina (ARBIA). Su 
presidente es el marplatense, Osvaldo Francés, que este 7 de junio, le 
dijo a PolíticayMedios: “Este es un gobierno que esta haciendo todo el 
daño posible a la velocidad de la luz. Hay mucho odio, mucha bronca del 
presidente y sus funcionarios hacia todo aquel que piensa distinto. Un 
gobierno que logra superávit no pagando nada a nadie. En el caso de los 
medios de arraigo local, la suspensión de la pauta publicitaria 
nacional, más la falta de ventas en los negocios por la recesión, 
significa, en muchos casos, tener que dejar de emitir porque no se puede
 pagar ni la luz”. Daniel Juárez es periodista en Cacharí, un pueblo de 
2600 habitantes a 250 kilómetros de la Capital Federal. Años atrás, 
obtuvo una licencia para su radio, FM Memphis, que desde el 3 de julio 
de 1995, transmite, en el 96.5 del dial para la zona urbana y rural.  
“La situación es caótica. Sinceramente es para bajar la persiana de la 
radio. Es imposible sostenerla por los costos: un 300% el aumento de la 
de la factura de electricidad”, le contó Juárez a PolíticayMedios. “De 
17.000, en tres meses se fue a 58.000. Y lo mismo con todos los 
servicios. Es insostenible para un medio de comunicación legalizado y 
ordenado. Ni hablar de poder dar trabajo”, agrega. En las ciudades 
pequeñas, si la dirigencia política no entiende el valor de un medio de 
comunicación y se lo sostiene con el reparto equitativo de la pauta 
publicitaria oficial, es muy difícil que pueda mantenerse solo con la 
publicidad privada que está limitada a los pequeños negocios de 
proximidad. Las grandes marcas no anuncian en pequeños medios de 
localidades también pequeñas.  Por eso es lamentable que el Concejo 
Deliberante de Azul -partido al que pertenece Cacharí- con la nueva 
presidencia de Juan Louge, esté realizando un reparto discrecional 
“entre medios amigos” de la pauta publicitaria de ese cuerpo, dejando 
sin publicidad a quienes piensan distinto. 
"La labor periodística 
nos lleva a generar siempre algunos conflictos, a veces leves y otro que
 se transforman en situaciones difíciles, en una comunidad chica eso se 
potencia mucho más. Pero tengo la plena convicción que siempre lo hice 
con total honestidad", sostiene Juárez. Julio Fernández es parte de la 
cooperativa que hoy gestiona la radio más antigua del centro de la 
provincia: LU10 Radio Azul: “Yo soy parte de una radio que va camino a 
los 75 años y que siempre ha tenido, por ejemplo, servicio informativo”,
 explicó el hombre a esre medio.
“El contexto es muy difícil, no solo
 en lo económico y financiero (que también lo es), sino en la 
reformulación que tenemos que hacer para seguir cumpliendo nuestra 
función social, mientras que cada vez somos más pauperizados. Las radios
 de CABA están permanentemente con medidas de fuerza por parte de 
locutores y técnicos y eso no ocurre en las radios de los pueblos porque
 siempre hemos resignado salarios priorizando el servicio por sobre 
cualquier medida de fuerza”, explicó Fernández, una de las voces 
periodísticas más reconocidas de la ciudad. En los años 90, cuando 
Carlos Menem gobernaba la Argentina, se produjo una fuerte concentración
 con el ingreso de capitales extranjeros. El mapa de medios quedó 
entonces en pocas manos y con muchos periodistas despedidos. Los canales
 de TV por cable en lugar de pagar sueldos para generas sus contenidos, 
comenzaron a vender sus espacios y entones quienes antes trabajaban en 
relación de dependencia debieron salir a vender publicidad para 
mantenerse en la pantalla. Este sistema de precarización laboral se 
mantiene hasta hoy.  “El derecho que se pierde con un DNU, para 
recupéralo pasan después muchos años”, aseguró Osvaldo Francés. Y 
completó: “¿Quién puede dudar del prestigio de la BBC de Londres? ¿Quién
 puede dudar del prestigio de Télam? Solamente aquel que quiere 
perjudicar lo estatal, aquel que quiere desentenderse de los derechos 
que tienen los ciudadanos. Nosotros defendemos que haya libertad de 
expresión, somos del sector privado de la comunicación, pero sostenemos 
que los Estados deben tener sus propios medios de comunicación. Quien no
 puede pagar un cable tiene derecho a ver televisión. Ahí cumple una 
función muy importante la Televisión Digital Abierta (TDA) y los medios 
públicos como Canal 7 y Radio Nacional, que con su red de emisoras llega
 a lugares remotos del país”.  Daniel Juárez cree que este es un momento
 límite: “En el corto plazo van a desaparecer muchos medios de 
comunicación, en especial radios. Porque la radio tiene costos 
operativos más caros. La comunicación se está destruyendo con las 
políticas que se iniciaron a partir de diciembre del año pasado”. 
“Ponemos mucho para que, por ejemplo, las comunidades tengan medios de 
comunicación. Hablo de los que están hechos como nosotros, cooperativos,
 o en otras empresas que tienen a algún aporte familiar, o tienen 
también el acompañamiento de la gente que siempre ha trabajado en esto”,
 agregó Julio Fernández.
Y dijo: “Pero la situación es muy, muy 
compleja, muy, muy difícil. Y creo que también tiene que ver con los 
tiempos que corren respecto a cómo se informa la gente, de qué manera le
 llega la información, qué quiere hacer con la información, qué creen 
que es la Información. O si alcanzan a discernir que es o qué no es una 
información confiable”. 
“Se paraliza la producción, se paraliza el 
capital, se paraliza el flujo de dinero y además la mentira del 
superávit. El gobierno consiguió superávit no pagando nada a nadie. 
Solamente a los medios de comunicación de todo el país les está 
adeudando 20 mil millones. Es muy difícil que este gobierno entienda que
 la comunicación y la libertad de expresión es un derecho humano 
consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en otros 
tratados internacionales y regionales”, reflexionó Francés. 
La 
encuesta del SIPREBA revela que un 78% de los periodistas considera que 
la libertad de expresión “empeoró” desde que asumió Milei. Y un 22% 
afirma haber recibido en los últimos meses amenazas de las fuerzas de 
seguridad. Datos que reafirman que este 7 de junio no hay nada para 
festejar. Extravagante gobierno el que proclama la libertad amordazando 
periodistas.

