Allí destacó el rol de la juventud al emparentarla con la generación que
luchó por la Independencia hace 200 años, y recordó que "cuando uno ve
la historia, ve que siempre permanece la necesidad de luchar para
defender los intereses de la Patria y del pueblo".
"Esta
Argentina no se rindió, no se rinde, ni se rendirá", afirmó Cristina y
remarcó: "Hoy todos nosotros seguimos dando las peleas y las batallas
que son las de ayer y las de siempre".
Asimismo, destacó: "lo
más importante que podemos dejar a estas futuras generaciones es la
necesidad de seguir preparándose y apuntalando este modelo que necesita
reconvertirse permanentemente, porque son nuevas las necesidades y los
desafíos".
La Presidenta recordó la creación de "nuevas
universidades que han permitido que cientos de miles de jóvenes
argentinos que jamás podrían haber llegado a las universidades más
conocidas y antiguas del país hoy tengan acceso".
"Tenemos toda
una generación de chicos que son los primeros de sus familias en acceder
a la educación universitaria, porque muchas veces sus padres ni
siquiera pudieron completar la primaria", destacó.
Cristina
nombró también los avances en materia de infraestructura en el país a
través de la obra pública, así como la generación de "millones de
puestos de trabajo" y el acceso a la jubilación de más de cuatro
millones de argentinos.
Al mencionar su recorrida por una de las
casas que se entregaron hoy en Ezeiza con una beneficiaria y su familia,
destacó también la reciente creación de la Secretaría de Acceso al
Hábitat, con el objetivo de que "todos los argentinos puedan acceder a
un pedazo de tierra".
Asimismo, la mandataria, en un acto
en donde participaron, entre otros, los ministros de Interior y
Transporte, Florencio Randazzo; el de Planificación, Julio de Vido, y el
gobernador Daniel Scioli, recordó que "el endeudamiento que crearon
unos pocos pero que tuvieron que soportar todos los argentinos se fue
achicando".
Esa "no era la torta de la vivienda, o del trabajo:
era la de la vida amarga que tenían que tragar todos los argentinos con
falta de oportunidades", rememoró, y remarcó: "hoy podemos decir que
somos uno de los países en el mundo con más bajo porcentaje de deuda
interna y externa".
"Los días previos al discurso en la ONU se
conoció una información del FMI que dice que Argentina es el tercer país
en calidad de crecimiento, después de Bulgaria y China; y el más alto
en Latinoamérica", dijo, y agregó: "¿Saben por qué? porque crecimos con
la gente adentro".
Durante el acto la jefa de Estado anunció
obras públicas para emergencias hídricas por 103 millones de pesos en 27
municipios bonaerenses, para "prevenir las desgracias que puedan
generar las inclemencias del tiempo".
También inauguró por
teleconferencia una planta de procesamiento de girasol confitado que es
"la más moderna del mundo", en donde la semilla adquiere "un mayor valor
agregado porque tiene un tratamiento especial".
En ese sentido,
remarcó "la necesidad de industrializar la ruralidad", porque si "cada
tonelada de girasol común sale 260 dólares, la de girasol confitado
tratada en esa planta cotiza en el mercado internacional entre 1000 y
1100 dólares", y de ellos, el productor recibe "380".
"Muchas
veces le llenan la cabeza a los productores con que queremos apropiarnos
de sus cosas", sostuvo: "pero no nos interesa quedarnos con la plata de
nadie, sino generar empleo para todos", afirmó, al recordar que la
nueva planta de Pehuajó cuenta con 50 nuevos puestos de trabajo.
En esa línea, destacó la necesidad de que el "el agro se una a la industria para seguir abriendo fábricas".
Sobre
el final de su discurso, la Presidenta afirmó que "la torta social
creció y mucho, porque se pudo desarrollar la producción, la industria,
más de 400 parques industriales y 200 en ejecución", y además, las casas
que fueron entregadas hoy "son el símbolo de una Argentina que no se
rindió, no se rinde, ni se rendirá".