De este modo, el FMI expresó la preocupación por el precedente que la
disputa entre Argentina y el fondo buitre NML, de Paul Singer, está
generando en el sistema financiero internacional, algo que quedó
plasmado el 9 de septiembre pasado cuando la Asamblea General de
Naciones Unidas aprobó la creación de un marco jurídico multilateral
para los procesos de reestructuración de deuda soberana.
A través de
un comunicado, la Cancillería argentina destacó la importancia de que el
FMI "haya dado un paso adelante en el reconocimiento y búsqueda de una
solución adecuada como ya lo han decidido los 124 países que en la
Asamblea General de las Naciones Unidas votaron establecer un "Marco
legal Regulatorio Multilateral Para los Procesos de Reestructuración de
Deuda Soberana".
El documento del FMI se titula "Fortaleciendo el
marco contractual para abordar problemas de Acción en reestructuraciones
de duda soberana", tiene 48 páginas y, entre las modificaciones a la
clausula "pari passu", propone un rediseño que excluya explícitamente la
obligación de efectuar pagos a prorrata, es decir, cierra la puerta a
la posibilidad de que un reclamo por parte de acreedores que rechazaron
las condiciones de la reestructuración de deuda impida los desembolsos a
aquellos bonistas que sí la aceptaron. Según el FMI, esto último
responde a la necesidad de "reforzar la seguridad jurídica y la
coherencia entre las distintas jurisdicciones".
La recomendación del
FMI, que se nutrió de propuestas efectuadas por la Asociación
Internacional del Mercado de Capitales (IMCA, por sus siglas en inglés),
busca así dejar en claro que la cláusula "pari passu" no exige por
parte del emisor el pago a los acreedores en forma equivalente o
proporcional.
Justamente la interpretación de la cláusula "pari
passu" efectuada por el juez Thomas Griesa –y ratificada por tribunales
superiores de Nueva York– obliga a pagarle a los fondos buitre la
totalidad de sus títulos en default (unos U$S 1600 millones sumando los
intereses). La falta de cumplimiento por parte del Estado argentino a
ese fallo –hacerlo implicaría ser pasible a millonarios reclamos por
parte de los bonistas que entraron al canje– llevó a que el Bank of New
York Mellon mantenga congelados hasta el día de hoy U$S 539 millones
correspondientes al pago de intereses de los títulos Discount que
vencían a fines de junio.
Las reformas propuestas reflejan un amplio
proceso de consultas realizadas durante un período de 18 meses con
emisores y participantes del mercado. Primero, en el documento se
propone modificar la cláusula "pari passu" en los bonos soberanos
internacionales para dejar en claro que la misma no exige que el emisor
pague a los acreedores en forma equivalente o proporcional.
"Lo
importante no es sólo lo que dice el documento sino lo que insinúa: el
Fondo quiere avanzar sobre un esquema de soluciones contractuales,
cuando el gobierno de Estados Unidos pretende una solución de mercado.
Hay que recordar que el Fondo quiso presentar un amicus a favor de
Argentina y el Ejecutivo de Estados Unidos lo obstaculizó", señaló una
fuente del Fondo Monetario a Tiempo. "En un principio, la tarea
encargada al Fondo era tan sólo que establezca cuales son las mejoras en
las cláusulas de acción colectiva. Sin embargo, además de hacer eso,
advirtió sobre el peligro que puede generar el stock de deuda en
default. Para el Fondo, el caso argentino representa un problema",
agregó la misma fuente, que pidió conservar el anonimato.
Por su
parte, Sean Hagan, consejero general y director del área legal del FMI,
indicó ayer que el organismo "continúa preocupado por el precedente"
originado por la disputa entre Argentina y los fondos buitre, y afirmó
que si estos últimos "tienen una probabilidad significativa de recuperar
sus créditos en su totalidad, los acreedores que de otro modo habrían
aceptado participar en la reestructuración estarán menos dispuestos a
hacerlo".
El documento elaborado por los técnicos del FMI también
advierte que las decisiones de la Corte de Nueva York han sido
consideradas por el gobierno estadounidense como "opuestas" a la Ley de
Inmunidad Soberana (FSIA, por sus siglas en inglés) y señala la
necesidad de efectuar una "aclaración" en la FSIA de tal modo que una
decisión judicial no pueda limitar su uso por parte de los Estados
soberanos. De esta manera, "tal clarificación limitaría el impacto de
una interpretación mayor de la cláusula "pari passu" contenida en el
stock existente de bonos gobernados por ley de Nueva York, siendo que
significaría que la medida cautelar podría ser aplicada solamente al uso
de activos de otra manera no inmunes bajo la FSIA".
En relación a la
cláusula de acción colectiva, el FMI señaló que el mecanismo debería
exigir que a todos los bonistas afectados se les ofrezca el mismo
instrumento o un menú idéntico de instrumentos, al tiempo que solicita
incluir un umbral mínimo de votos que representen al 75 por ciento del
volumen pendiente de pago de cada uno de las series de bonos afectadas.
También propone un procedimiento de votación “unificada” que facilite
que los bonos se reestructuren sobre la base de una única votación para
todos los instrumentos afectados, de tal forma de limitar “la
posibilidad de que los acreedores disidentes socaven el proceso de
reestructuración”.
Zaffaroni criticó al juez Griesa
El
juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni criticó ayer en duros términos
el desacato dictado por el juez de Nueva York Thomas Griesa contra la
Argentina, afirmó que "es un invento" y dijo que la causa en su conjunto
"es un escándalo".
"No sé qué es el desacato que declara el juez
Griesa, es un invento", afirmó Zaffaroni en diálogo con el programa
Dadyman de Radio América, y agregó que "la causa es un escándalo y
también es un escándalo el tratamiendo mediático" del tema.
El
integrante del máximo tribunal también se refirió a la problemática del
narcotráfico en el país y afirmó: "Tenemos que evitar convertirnos en un
país de triangulación. El único riesgo que hay es ese, pero no estamos
cerca de serlo".
En ese sentido, destacó que "las políticas que se
están anunciando ahora son bastante positivas". "La no punición del
consumidor es algo que sostengo desde siempre. Es absurdo condenarlo",
subrayó.
Apoyo del Reino Unido
La
embajadora argentina ante el Reino Unido, Alicia Castro, disertó ayer en
el sindicato más grande de ese país sobre el proceso de integración
latinoamericano y el rol de los gobiernos de la región en el desarrollo
social, pero además denunció el accionar de los fondos buitre y explicó
la posición de Argentina en este conflicto.
"Quiero aprovechar esta
oportunidad para agradecer a todos su apoyo a la Argentina en la lucha
contra los fondos buitre. Estamos convencidos de la necesidad de
prevenir esta amenaza que afecta no sólo a la Argentina y sus
trabajadores, sino a todos los países, ya que afecta la capacidad de
estimular sus economías y generar fuentes de trabajo", afirmó Castro en
su mensaje.
Además, agregó que "los sindicatos alrededor del mundo
condenan esta estrategia despiadada de búsqueda de ganancias" por parte
de fondos buitre "que buscan debilitar" las economías con un "efecto
directo sobre la fuerza de trabajo".
Castro fue una de las
principales oradoras del encuentro "Por la paz, el progreso, el
desarrollo social y la soberanía: Venezuela y América Latina", que se
desarrolló en la sede central de UNITE, el sindicato más grande del
Reino Unido, con más de 1,4 millones de afiliados.