Tras la clausura, la AFIP realizó una denuncia penal y solicitó que se
investigue a los empresarios relacionados con esos comercios por evadir
millonarias sumas en concepto de impuestos nacionales, conformar una
asociación ilícita destinada a defraudar al Fisco Nacional mediante la
interposición de personas carentes de toda solvencia -como ficticios
titulares de explotación-, operar con CUIT inactiva y haber realizado
maniobras fraudulentas tendientes a incumplir con sus obligaciones
previsionales; eludiendo de tal modo el pago íntegro de los aportes y
contribuciones al Sistema Único de la Seguridad Social de sus empleados.
Cabe
destacar que el monto total facturado por este grupo de empresas ha
superado los 25 millones, siendo prácticamente nulo el monto tributado
(0,1%).
En tanto, personal de la Aduana, realizó un operativo
simultáneo en 4 locales de “Positivo” y secuestró más de mil bultos de
mercadería sin la documentación respaldatoria que justifique su
tenencia, por un valor al público de $ 134.000 aproximadamente. Entre
los productos secuestrados se destacan juguetes, indumentaria para bebé,
peluches y ropa de chicos.
Los verdaderos dueños de estas firmas
distorsionaban la real percepción de los importes a ingresar y mentían
en la declaración de remuneraciones, ya que eran menores a las
dispuestas por el Convenio Colectivo correspondiente.
La maniobra
incluía la utilización de nombres, personas físicas y jurídicas, para
ocultar a un pequeño grupo de empresarios que resultan los verdaderos
responsables y beneficiarios de una operatoria por grandes montos
anuales que perjudicaban al fisco. Como se dijo, los “falsos dueños” que
figuran son insolventes e informaron domicilios fiscales donde fue
imposible su localización.
Las maniobras también incluían la
omisión de depositar los aportes retenidos de sus empleados en el tiempo
correcto y todo su accionar era dirigido por un asesor contable, quien
repetía las mismas figuras en diferentes empresas.
Un ejemplo
claro de esta asociación ilícita, compuesta por un matrimonio y sus
hijos, fue que generaron un perjuicio previsional que asciende a más de
$130.000, sólo en el mes de diciembre de 2014 y en otras dos firmas:
Dulce Amor SA y Gutieste SA.
Allí, sus 41 empleados cobraban
remuneraciones significativamente inferiores a las del Convenio
Colectivo de Trabajo. Además, los Aportes de Seguridad Social, en el
mismo período, se presentaban impagos y ascienden a un total de $
27.960.
Los trabajadores que prestaban servicio a estas firmas no
tenían derecho a pedir un crédito, ni a tener una cobertura médica ya
que todo estaba sujeto a la voluntad de sus empleadores, que cabe
recordar, no son los que figuraban en los papeles.
Desde la AFIP
se solicitó que se analicen los libros rubricados, documentación
contable, extracontable, legajos de personal, recibos de sueldos,
planillas de control de ingreso y egreso de empleados, elementos
respaldatorios, los archivos que se encuentren en los sistemas
informáticos y PCs, servidores que hubiere en estas direcciones y que
guarden relación con los hechos que se investigan y así poder verificar
el verdadero perjuicio fiscal y previsional y el no cumplimiento a los
derechos de los trabajadores.