Un comunicado emitido esta tarde por la Fiscalía Criminal 45 indicó
escuetamente que “ya se recibió la declaración testimonial del Ingeniero
Stiuso” y que dicho acto “fue debidamente notificado a las partes”.
El
texto indicó que “para preservar el curso de la investigación”, el
contenido de las declaraciones testimoniales ni las pericias médicas “no
se difundirán”.
Stiuso fue el principal proveedor de información
del fiscal durante los diez años que estuvo al frente de la fiscalía
especial para el atentado a la mutual israelita AMIA, en 1994, según
relató el propio Nisman en varios de los reportajes que brindó en los
días previos a su muerte.
Según el juez de la causa,
Rodolfo Canicoba Corral, tenia “dominio” de la actividad de Nisman,
quien por otra parte, consultaba sus escritos antes de presentarlos a la
embajada de los Estados Unidos.
Tras conocerse que Nisman había
llamado tres veces por su teléfono Nextel a Stiuso en las horas previas a
su muerte, la fiscal Fein lo citó a prestar declaración testimonial
bajo juramento de decir verdad bajo pena de incurrir en el delito de
falso testimonio.
Para ello, la Secretaría de Inteligencia lo
relevó de la obligación de mantener secreto sobre su actividad como
espía, siguiendo expresas indicaciones de la presidente Cristina
Kirchner.
El comunicado emitido hoy por la fiscalía se refiere
también a los exámenes toxicológico e histopatológico que las propia
fiscal había informado que serían dados a conocer hoy.
Pese a
ello, fuentes vinculadas a la investigación dejaron trascender que en su
cuerpo fue hallado una “cantidad poco significativa” de alcohol, una
“baja dosis” del ansiolítico clonazepán, pero una cantidad significativa
de cafeína.
En cualquier caso, las pericias habrían revelado que
el fiscal se encontraba consciente al momento de morir, lo que
despejaría la hipótesis de una droga que doblegó su voluntad en ese
momento.
Según los datos difundidos oficialmente, esas pericias
fueron entregadas hoy a la Fiscalía y contienen “el informe completo del
peritaje toxicológico y parte de las pruebas histopatológicas,
practicadas sobre el cuerpo del Dr. Nisman”.
Habría quedado
pendiente “la prueba de cotejo del ADN obtenido de las uñas” del fiscal
fallecido, que podría contener novedades si se encontrara un perfil
genético diferente al del propio Nisman, pese a que la autopsia
realizada por el Cuerpo Médico Forense no indicó la existencia de
lesiones defensivas.
"Para preservar el curso de la
investigación, la fiscalía hace saber que no se difundirán ni el
contenido de las declaraciones testimoniales ni de los informes médicos
recepcionados", concluyó la fiscalía.