"En ese marco, Lagomarsino contó que "8 o 9 meses" antes de su muerte,
el fiscal "abre un placard, saca un expediente y me dice: 'Con esto me
llevo puesto a Cristina'", a lo que el asesor le replica: "¿Te vas a
meter con Cristina?".
"A eso Nisman respondió: '¿Vos también me
salís con eso?'. Pero yo no participé en ningún desarrollo del contenido
de la causa y no volvió a hablar del tema", según contó Lagomarsino.
En
otro tramo de la entrevista, volvió a señalar que no conocía al
desplazado jefe de inteligencia Antonio Stiuso y añadió que el único
Jaime -tal como se lo conocía en la SIDE- que conocía "era el secretario
de Transporte".
En tanto, admitió que quien lo recomendó para
trabajar con el titular de la UFI AMIA fue el agente Carlos "El Moro"
Rodríguez, el mismo que también le enseñó en el año 2002 a disparar el
arma Bersa 22, pero explicó que "no sabía que era espía" sino "un
policía de Aeronáutica".
Por otra parte, sostuvo -quebrado y al borde de las lágrimas- que varias veces pensó en quitarse la vida.
"Al
principio estuve muy mal, pero cuando tenés hijos lo pensás varias
veces. Pensé mil veces de qué manera hacerlo para que mis órganos
sirvan", reveló, aunque dijo que luego un amigo lo ayudó en la parte
espiritual y "un cambio grande adentro mío, me hizo seguir".
Por
su parte, su abogado Rusconi sostuvo que no confía en la ex esposa del
fiscal, Sandra Arroyo Salgado, y agregó que "con el compartamiento de
esta querella es difícil que se sepa la verdad", ya que "lo que está
haciendo claramente apunta a no descubirla".
Dijo además que
defender a Lagomarsino "es el peor negocio" de su vida, ya que trabaja
"casi casi gratis" por un vínculo entre su esposa y la del asesor
informático.
Hacia el final de la entrevista, Lagomarsino
manifestó tener la "tranquilidad inmensa de saber que yo no fui" quien
mató a Nisman y sostuvo que "a veces uno se mete sin querer adentro de
la boca del león".