De esas reuniones, que se realizan semanalmente, participan
representantes de todos los bloques parlamentarios, además de referentes
sindicales y empresarios, que plantean propuestas para terminar de
ordenar el proyecto de ley, que incorporará los cambios realizados desde
2003 y se adecuará las nuevas realidades sociales.
El borrador
del proyecto será debatido en los foros federales en los que se discute
el nuevo Código Laboral, que ya tuvieron lugar en Rosario y que, a
mediados de mayo, será debatido en la ciudad de Mendoza para enriquecer
el trabajo de los diputados.
"La intención es sistematizar la
normativa laboral en un cuerpo único y coherente", aseguró Recalde a
Télam, quien puso de relieve que se trata de "poner al alcance de todos,
trabajadores, pequeños empresarios, y no sólo abogados, la legislación
laboral", al afirmar que el nuevo código traerá "seguridad jurídica" y
"mayor información".
Fuentes parlamentarias, en tanto,
adelantaron que el anteproyecto está centrado "tanto en el derecho
colectivo del trabajo como el individual, y contempla desde la jornada
de trabajo hasta la prevención y reparación de los riesgos del trabajo".
En
ese sentido, las fuentes revelaron que el borrador en el que trabajan
los asesores de los diputados tiene más de 250 páginas de letra chica,
lo cual constituye y un arduo trabajo de sistematización de las diversas
leyes y modificaciones a la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), de 1974,
que fue reformada en la década del 90.
Si bien la idea de este
trabajo es hacer un reordenamiento de la legislación vigente y
adecuarla, el nuevo código no pretende cambiar el espíritu del abogado
laboralista asesinado por la dictadura militar Norberto Centeno, autor
del anteproyecto que fue el antecedente principal del Régimen de
Contrato de Trabajo.
De todos modos, fuentes parlamentarias
recordaron que la propuesta responde a un mandato concreto de la
Constitución, porque el artículo 75, en el apartado 12, señala que entre
las atribuciones del Parlamento está el "dictar los Códigos Civil,
Comercial, Penal, de Minería, y del Trabajo y Seguridad Social".
El
texto contemplará además las más de 52 leyes laborales aprobadas por el
Congreso desde 2003, y cuya sanción fue destacada por la presidenta
Cristina Fernández de Kirchner, en su último mensaje ante la Asamblea
Legislativa, el 1 de marzo pasado.
En uno de los pasajes más
aplaudidos de su discurso, la Presidenta destacó la aprobación de las
leyes laborales durante los gobiernos kirchneristas, y sostuvo que "no
fueron leyes laborales sospechadas de soborno, fueron leyes laborales
ampliando derechos", en alusión al escándalo por el supuesto pago de
coimas en el Senado para aprobar una ley de flexibilización laboral
durante el gobierno de Fernando De la Rúa.
Entre las normas que
significaron restituciones de derechos, se encuentran además el nuevo
Estatuto del Peón Rural, la norma que incorporó los tickets alimentarios
al salario de los trabajadores y el nuevo Régimen de Contrato de
Trabajo para el Personal de Casas Particulares, entre otras.
También,
entre las leyes aprobadas que serán contempladas en el nuevo Código, se
encuentran la Prohibición del Trabajo Infantil, que elevó a 16 años la
edad mínima de admisión al empleo; las modificaciones a la Ley de
Accidentes Laborales, que fue declarada inconstitucional por la Corte
Suprema, para elevar los montos de las indemnizaciones -fijadas
anteriormente en niveles mínimos- y restaurar el derecho a la acción
civil, así como la prohibición del cambio de condiciones laborales de
manera unilateral por parte de las empresas.
Por otra parte, el
nuevo código podría incluir también la extensión de un mínimo de 21 días
de vacaciones; la ampliación de 90 a 100 días de la licencia por
maternidad, a 15 por paternidad y equiparación de los derechos entre
padres adoptantes y biológicos, entre otras cuestiones, que ya están
siendo analizadas por la cámara baja y podrían tener dictamen en las
próximas semanas