La elección de los nuevos representantes será a través del voto directo
de los ciudadanos, un cambio importante ya que hasta ahora quienes
tienen esa representación son miembros del Congreso Nacional, elegidos
por cada una de las dos cámaras.
Los parlamentarios del Mercosur
-cuya sede funciona en Montevideo- tendrán los mismos derechos que los
diputados nacionales, en cuanto a inmunidades parlamentarias, regímenes
remuneratorios, laborales, previsionales y protocolares.
Quienes
resulten electos no podrán desempeñar otro mandato o cargo legislativo o
ejecutivo en sus países, y tendrán un mandato de 4 años, que comienza a
regir el 10 de diciembre de este año.
El Parlasur -creado en
diciembre de 2006, sustituyendo la Comisión Parlamentaria Conjunta- es
un "órgano unicameral, independiente y autónomo, que tiene como función
principal velar por el cumplimiento de las normas del Mercosur para
avanzar con los objetivos de armonización en los intereses de la
región".
En diciembre del año pasado, el Congreso sancionó la ley
que establece su elección, para dar cumplimiento al protocolo
constitutivo del Parlamento del Mercosur que fue firmado en 2005 por los
entonces presidentes Néstor Kirchner (Argentina), Luiz Inacio 'Lula' Da
Silva (Brasil), Nicanor Duarte Frutos (Paraguay) y Tabaré Vázquez
(Uruguay).
Este protocolo prevé que la integración del parlamento
del Mercosur deberá surgir de la elección por los propios ciudadanos de
cada país, a través del voto directo, universal y secreto.
Actualmente,
el Parlasur está integrado por 188 miembros: 76 parlamentarios de
Brasil, 43 de Argentina, 33 de Venezuela, 18 de Uruguay y otros 18 de
Paraguay, que es -hasta el momento- el único país que elige a sus
parlamentarios regionales de manera directa.
Según indicó la
Dirección Nacional Electoral, con la implementación del voto directo de
los representantes al Mercosur, Argentina "avanza en la consolidación de
la democracia en la región".
Según se indica en la página web
del organismo regional, la conformación del Parlasur "significa un
aporte a la calidad y equilibrio institucional del Mercosur, creando un
espacio común en el que se refleja el pluralismo y las diversidades de
la región, y que contribuye a la democracia, la participación, la
representatividad, la transparencia y la legitimidad social en el
desarrollo del proceso de integración y de sus normas".