“Eso se debe -explicó- al conjunto de medidas contracíclicas aplicadas
por el gobierno desde fines de 2014, cuando anticipamos que el contexto
internacional iba a empeorar, como ocurrió con la crisis en Brasil y la
baja de precio de los productos de exportación”.
En ese sentido,
Kicillof hizo referencia al impacto favorable de “políticas
anticíclicas” como los planes Progresar, Procrear, Renovate y Ahora 12, y
los aumentos de jubilaciones y asignaciones y resaltó en particular que
la Argentina tiene hoy “la tasa de desempleo más baja de la historia”.
“La
mejor noticia de este semana fue la caída del desempleo a 6,6% (de la
población económicamente activa), lo cual es para festejar después de
las porquerías que dijeron muchos economistas”, al acusar a quienes
tratan de “instalar que todo esta mal, que se viene una crisis para
generar miedo, incertidumbre y pavimentar el camino para volver a los
90”.
Al ser consultado sobre su consideración sobre el
nivel de reservas en el Banco Central y el impacto que podría tener en
las mismas el pago del Boden 2015, Kicillof afirmó hoy que “si los
propietarios se llevaran al exterior en octubre la mitad de sus bonos,
las reservas quedarían igual que en diciembre del año pasado, en un
nivel de más del doble de lo que pronosticaban los analistas. Si son
muchas o pocas, es relativo”.
Kicillof explicó que “no todos los
dólares se van a ir del país (tras el pago del Boden 2015), ya que buena
parte de los propietarios están en la Argentina, y también hay en el
sistema bancario 8 mil millones de tenedores argentinos, que son parte
de las reservas”.
“La pifiada de los consultores privados sobre
el nivel de reservas es para hacerse un picnic”, ironizó el ministro al
asegurar “el mercado no desconfía de la capacidad de pago de la
Argentina” tal como entendió quedó comprobado en diciembre pasado cuando
el Gobierno anticipó el pago de los bonos del que sólo se efectivizaron
100 millones de los más 6.000 que demanda el vencimiento de octubre.
“Decían
que a diciembre pasado las reservas iban a ser, como mucho, 20.000
millones de dólares, pero cerraron en 31.000 millones y hoy están en
cerca de 34.000”, puntualizó.
El ministro, en este punto, rechazó
las declaraciones de candidatos opositores que "dicen que van a hacer
cualquier disparate con todas las variables, el tipo de cambio, la tasa
de interés, las privatizaciones, lo cual no ayuda en un mundo muy
volátil”.
“Ya no saben de qué agarrarse, todos los días hacen
sonar otra alarma de incendios que no se producen y lanzan ideas que
provienen de una usina que quiere que la Argentina se endeude, sin
importarle el nivel de reservas, el gasto, nada: quieren el festival de
los 90”, enfatizó Kicillof.
El ministro también se refirió al
proyecto de ley anunciado ayer por la presidenta Cristina Fernández de
Kirchner, para fijar parámetros para la eventual venta de las acciones
que el Estado posee en empresas privadas a las que accedió tras la
reestatización del sistema de jubilaciones, respecto a lo cual aseguró
que “evitará correr el riesgo que se vendan mal”.
“Esta ley
declara de interés público la propiedad de esas acciones del Estado, no
para prohibir que se vendan sino para que la decisión de vender no sea
una decisión burocrática de un funcionario y correr el riesgo que se
vendan mal”, puntualizó, ya que el proyecto prevé la necesidad de contar
con mayoría especial en el Congreso para poder proceder a la venta.
También
destacó la propuesta de crear una agencia nacional que decida cuáles
son los votos de los directores estatales en esas empresas privadas,
para que lo haga pensando no solo en el interés de la compañía sino en
el interés de la compañía en el marco de la representación que tiene del
dueño que es el Estado”.
Dentro de ese esquema de decisiones, no
se incluirán empresas que tienen control mayoritario del Estado
nacional como son YPF, Aerolíneas Argentinas, Aguas y Saneamiento y
Correo Argentino.