El descenso de Macri es inclusive mucho más pronunciado si lo que se
mide es la gestión: en enero, cuando llevaba un mes en el sillón de
Rivadavia, la aprobación a su gobierno era del 71 por ciento, en plena
ola positiva que arrastraba por su triunfo en el balotaje del 22 de
noviembre. La aprobación actual es del 52 por ciento, lo que registra
una caída de 19 puntos en poco más de 30 días. Un número impactante.
En
cuanto al "índice de optimismo", hoy se ubica en tan solo 7 puntos
positivos, registrando una merma de 33 puntos. Nuevamente, el pesimismo
parece haber ganado terreno luego de un comienzo dulce con parte de la
sociedad.
Los despidos, el aumento de tarifas y la creciente
inflación que no se compensa en las paritarias (donde el gobierno
insiste en que no haya aumentos superiores al 25 por ciento) no parecen
salirle gratis al presidente de la Nación.