
Refiere que el ex ministro de cultura no se presentó, y por lo tanto 
perdió una oportunidad de retractarse de sus dichos sobre la cantidad de
 desaparecidos y que el número se arregló para cobrar subsidios.
Señala luego que "mandó a un abogado (Ignacio Falcón) que en toda la 
audiencia mostró una ignorancia supina en todo lo relacionado al 
movimiento de derechos humanos y a lo sucedido durante el terrorismo de 
estado; y que manifestó que su representado no pensaba rectificarse en 
ninguno de sus dichos".
Y enmarca todo esto junto a los dichos del 
presidente hablando de "guerra sucia", las prisiones domiciliarias 
cuando no hay motivos para hacerlo, la dilación de los juicios y otras 
cuestiones, como una búsqueda de encontrar consenso para implantar la 
impunidad y construir un relato que de por tierra con todo lo conseguido
 en los últimos doce años en materia de memoria, verdad y justicia.

