La derrota de este domingo a manos del MPN fue significativa porque el
radicalismo gobernaba Neuquén desde hace 20 años. El saliente intendente
Horacio "Pechi" Quiroga construyó una fortaleza electoral y había
logrado sobrevivir a algunos vaivenes políticos como su alianza con el
kirchnerismo.
Pero en esta elección Quiroga, un ajedrecista de la
política, se abrazó al macrismo y no supo ver el cambio de clima
nacional. El radical le cedió la candidatura a Marcelo Bermúdez, con
origen en el PRO, a pesar de las críticas y el enojo de buena parte del
"quiroguismo" puro. El Pechi no sólo perdió su ciudad: en octubre la
tendrá difícil para conseguir una banca en el Senado ante un MPN
envalentonado.
El MPN le ganó al PRO y recuperó la intendencia de la capital después de 20 años
Neuquén
se suma así a Santa Rosa, Córdoba, Paraná y Santa Fe, las otras
capitales provinciales que el radicalismo resignó este año, arrastrado
en parte por la caída electoral del gobierno nacional en los grandes
centros urbanos, que en 2015 fueron el principal sostén del triunfo de
Macri.
El declive también se vio en Rosario y otras ciudades
importantes como Mar del Plata y La Plata, otra capital que Cambiemos
pondrá en riesgo en las próximas semanas, aunque en este caso gobernada
por un macrista puro, Julio Garro.
En lo que va del calendario
electoral el radicalismo sólo pudo retener una capital: San Salvador de
Jujuy. Allí Raúl "Chuli" Jorge consiguió una cómoda reelección con el 46
por ciento de los votos.
Todo indica que el próximo domingo la UCR
festejará en la Ciudad de Mendoza, a esta altura su principal activo
territorial por fuera de las tres gobernaciones. Ulpiano "Yayo" Suarez,
actual Subsecretario de Gestión Pública y Modernización del Estado, es
el favorito tras un cómodo triunfo en las PASO.
La principal
preocupación del radicalismo es un batacazo del peronismo a nivel
provincial, donde Alfredo Cornejo se la juega con Rodolfo "Rody" Suárez,
el actual intendente de la capital. Un triunfo de "Yayo" Suárez no
aparece amenazado como algunas encuestas muestran en el caso de su tío
Rodolfo, que por las dudas este lunes aclaró: "no soy el candidato de la
Casa Rosada ni de Cambiemos".
El problema para el radicalismo viene
en las semanas posteriores. El centenario partido pondrá en juego otras
dos capitales provinciales, Viedma y Río Gallegos, con riesgo concreto
de perder las dos.
Neuquén se suma así a Santa Rosa, Córdoba, Paraná y
Santa Fe, las otras capitales provinciales que el radicalismo resignó
este año, arrastrado en parte por la caída electoral del gobierno
nacional en los grandes centros urbanos
En la capital rionegrina, que
la UCR gobierna desde 2003, el favorito en la elección del próximo 6 de
octubre es el vicegobernador Pedro Pesatti. El candidato de Juntos
Somos Río Negro, el partido de Alberto Weretilneck, quiere aprovechar la
"ola verde" de triunfos de esa fuerza, que ya retuvo la gobernación,
Bariloche y le arrebató Cipolletti al PRO, entre otros triunfos
municipales.
"Me siento muy lejos del macrismo, gracias a Dios",
aclaró días atrás Pesatti para diferenciarse del apoyo que Weretilneck
expresó a Macri antes de las PASO. El vicegobernador también aparece
beneficiado por la crisis de liderazgo en el radicalismo, afectado por
el reciente fallecimiento del intendente José Luis Foulkes. La UCR,
además, no tiene el apoyo del gobierno nacional que acordó no complicar a
Weretilneck.
En el caso de Río Gallegos, el intendente Roberto
Giubetich no irá por la reelección tras una compleja gestión, afectada
por la severa crisis económica de la provincia que repercutió fuerte en
la ciudad. Con ley de lemas, el radicalismo presentará cinco candidatos
para tratar de retener la capital de Santa Cruz el próximo 27 de
octubre.
Una muestra del panorama complejo que enfrenta el
radicalismo se dio en las elecciones de agosto, cuando Alicia Kirchner
retuvo la gobernación. Ese día el Frente de Todos sumó el 48 por ciento
en Río Gallegos, un terreno reacio para el kirchnerismo. Los lemas de
Cambiemos quedaron a diez puntos.
Con este panorama, el radicalimo
podría terminar el año con tres de diez capitales provinciales: San
Salvador, Mendoza y Corrientes, donde este año no hubo elecciones y se
renueva el gobierno en 2021. En el mejor de los casos, llegará a cinco.