Suárez alegó que su decisión intenta llevar "paz social" ante supuestos
"hechos de violencia en la provincia". Ayer la Corenave, que nuclea a
reinas de la Vendimia, amenazó con suspender todos los festejos si no se
cambiaba la ley . En tanto que los ambientalistas convocaron en los
últimos días masivas movilizaciones para repudiar el proyecto.
"No
va a estar vigente esta ley hasta que no se reglamente y vamos a hacer
una gran convocatoria al diálogo y a la información de la gente",
anunció ahora el gobernador en una conferencia de prensa.
Los
ambientalistas creen que la decisión puede leerse como "una señal de
debilidad" de la administración provincial y que la apuesta de Suárez
será "convencer a la gente" en este nuevo espacio de diálogo. "Si no
resulta lo que está buscando, llamará una consulta vinculante",
resaltaron.
Suárez, por su parte, se quejó de que "no se está
entendiendo" a lo que apunta la iniciativa y que se está intentando
"asustar" a la población con desinformación. "La prioridad es garantizar
la paz social. No voy a hacer nada en contra del pueblo mendocino.
Vamos a convocar al arzobispado, a los sindicatos, a los partidos
políticos, a las universidades, a las distintas organizaciones. No vamos
a hacer nada sin consenso social", agregó.
Sin embargo, al mismo
tiempo respaldó el accionar violento de las fuerzas de seguridad en las
últimas marchas y negó cualquier tipo de represión. "Este debate oculto,
dogmático, sin fundamentos y en base al miedo no nos está haciendo
bien. No queremos que los violentos gane este debate", apuntó nuevamente
contra los ambientalistas.
Además, defendió la legalidad de la
iniciativa, a pesar del descontento popular que despertó. Resaltó que la
propuesta "se planteó en campaña y se votó en una Legislatura por
amplia mayoría". Pero por primera vez dio el brazo a torcer y reconoció
que "aparentemente no tendría la legitimidad del pueblo". "Es mentira
que donde hay una explotación minera hay contaminación", se defendió por
último.