
 Sin embargo el mismo influencer parece haber cambiado de estrategia 
menos de un día después con un vivo en su casa del barrio Nueva Córdoba 
de una hora de duración en el que no sólo asegura haber tenido vínculo 
con la novia de Fernando Sabag Montiel, sino que incluso cuenta detalles
 de al menos un encuentro sexual. Sucedió en la tarde de ayer jueves, 
mientras las relaciones de La Banda de los Copitos se van espiralando 
alrededor de distintos referentes libertarios y de derecha. “Yo me voy a
 hacer cargo de lo que me tenga que hacer cargo. Eso sí: a los que 
armaron esto no les va a salir gratis. Tarde o temprano toda esta mierda
 va a salir. Y aquellos que se están alimento con esas boludeces que 
están publicando, les voy a pegar donde más les duele: en lo económico”,
 amenazó antes de encarar una defensa bastante extraña, ya que no sólo 
reconoció el contacto con Uliarte que él mismo había negado un día antes
 por Instagram cuando el tema se hizo público, sino que también terminó 
reconociendo que su amigo Jorge Gorostiaga (conocido en redes como 
Danann) efectivamente reportó para la AFI, tal como aseguró este diario 
semanas atrás.
Fiel a su estilo provocador, El Presto inició la 
transmisión de IG con la canción que el cantante Gustavo Cordera 
escribió como respuesta a la causa que se le inició por haber dicho que 
“hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo porque sin 
histéricas”. La misma se titula “El abuso”.
Presentado como un 
“editorial”, Prestofilippo avisó que “no la vamos a hacer tan larga”, 
aunque terminó despachándose durante una hora. “Si le tengo que dar 
aclaración (SIC) es a mis amigos, a la gente que me sigue, y hasta ahí… y
 a mi madre”, dijo, con una convicción que demolió diez segundos 
después: “Mi abogado Marcelo Peña presentó todo a la Justicia y se 
aclaró que (para) lo que necesiten, yo voy a estar a disposición, a 
Derecho, para lo que sea”.
Según el periodista nacido en Entre Ríos y
 radicado en Córdoba, el primer contacto con Brenda Uliarte fue por 
noviembre de 2021, mes en el que Prestofelippo participaba de la campaña
 que ungió a Javier Milei como diputado nacional. Por ese entonces 
Uliarte le envía al Presto mensajes privados por Instagram después de 
verlo en varios actos de Milei. Le manda fotos, le dice ‘qué lindo que 
sos’ y éste responde: “Cuando ande por CABA nos juntamos a tomar algo”.
El
 encuentro se termina produciendo meses después, “a fines de abril”, en 
un departamento de Caballito donde Prestofelippo se alojaba durante su 
estadía porteña por invitación de un amigo. “Llega rara”, explica el 
influencer. ¿Cuál era el indicio? “Tenía mucho maquillaje, mucha base”. 
En un momento, asegura, se pone a grabar la conversación por celular, 
coartada para demostrarle que al menos en lo que dura el audio “no 
hablamos de política”. Toman unas bebidas, El Presto whisky. “Luego 
vamos a un motel y tuvimos diez minutos de intimidad, porque soy medio 
conejo. Y me puse a dormir. Me levanté a la mañana y chau”.
“Tengo la
 grabación de esa noche y jamás hablé de política. Ofrezco a la justicia
 ese audio, no van a encontrar un solo mensaje en el que hable de 
política. Fue un polvo de borracho a la noche y listo”, se excusó 
Prestofelippo en el vivo por Instagram. Además le dedicó a Uliarte 
calificativos cargados de desprecio, hablando de ella como “una loquita”
 y “una tarada”, a la vez que asegura que luego fue él quien decidió 
cortar la relación porque “después la mina se puso muy intensa con los 
mensajes”. Algo que no parece condecirse con el audio que circuló el 
miércoles pasado, en donde el youtubero dice: “me gustó mucho la noche 
que pasamos. ¿Vos la pasaste lindo?”, a la vez que es él quien propone 
un nuevo encuentro. “Es un chat de jeropa. Digo, yo estoy soltero: de mi
 vida privada puedo hacer lo que se me canta. ¿O ahora tener relaciones 
sexuales es un delito?”, postula Prestofelippo con mucha razón en uno de
 los pocos momentos de lucidez discursiva de todo su exordio por 
Instagram. Es que en otro momento se manifiesta arrepentido de no haber 
hecho público antes este encuentro. La explicación a esto es interesante
 y habilita otras lecturas: después de que Uliarte tomara relevancia 
pública, El Presto llama preocupado a otros influencers de ultraderecha.
 “La cagué, en abril me la garché a Copito (así nombra a quién conoció 
como Ambar, el nombre con el que ella se publicitaba en la plataforma de
 contenido erótico OnlyFans)”. Según el youtubero “nos van a operar con 
esto”, predicción que enlazó con Danann, a quien asegura haberle 
advertido que “seguramente a vos te salte lo de la AFI”. En su afán por 
defenderse, Prestofelippo termina tirándole petróleo a Jorge Gorostiaga,
 quien hasta ahora se había cuidado de no expedirse sobre esa acusación.
“En
 eso momento los chicos dijeron: ‘deja, no digas nada, esto ya va a 
pasar’. ¡Y yo tendría que haberle hecho caso a mi instinto y contarles 
ustedes (N: sus seguidores en las redes sociales), así me adelantaba a 
la opereta. Yo sabía que no me tenía que quedar callado”, amplía, en una
 crítica al silencio que decidieron Gorostiaga e influencers como Álvaro
 Zicarelli, otro de los anti-estado que también supo estar conchabado en
 el Senado en tiempos de Gabriela Michetti.
A pesar de reconocer su 
vínculo con la integrante de la Banda de los Copitos, Prestofelippo no 
se priva de calificar la divulgación de esta historia (que él no niega) 
como una forma de “ensuciar a políticos de derecha y liberales que están
 creciendo muy fuerte en las encuestas”. En esa línea nombra a Amalia 
Granata, Florencia Arietto, Patricia Bullrich, Javier Milei (a pesar que
 en julio lo calificó como “catador hijo de puta”) y Francisco Sánchez, 
el diputado del PRO que había pedido la pena de muerte para Cristina 
Fernández de Kirchner. A diferencia de Sánchez, El Presto dijo que la 
quiere viva a la vicepresidenta. “Así sufre en carne propia y hasta 
último momento”.

