
 Aunque no se haya lanzado oficialmente, Kicillof está decidido a 
competir por un mandato más. Es el que mejor mide en las encuestas, el 
que mejor canaliza los votos de la vicepresidenta Cristina Kirchner y el
 que viene sumando el apoyo público y privado de más de 40 intendentes. 
Por todo esto aparece como el único posicionado para competir contra 
Juntos por el Cambio y retener la Provincia, un distrito donde no hay 
segunda vuelta. La posibilidad de una elección Primaria abierta, 
Simultánea y Obligatoria en la Provincia no había asomado hasta ahora, 
aunque la defensa de esa herramienta electoral fue uno de los puntos 
centrales del documento plasmado en la mesa nacional del Frente de Todos
 que se realizó hace diez días. La reivindicación de las PASO fue 
empujada por el sector que responde al presidente Alberto Fernández, 
quien también quiere ir por la reelección.
En medio de las tensiones 
crecientes en el oficialismo, la versión sobre una candidatura de Tolosa
 Paz a la Gobernación empujada por el «albertismo» circuló esta semana e
 instaló la posibilidad de una competencia interna en la Provincia. E 
incluso llevó a Kicillof a hablar del tema. «El que quiera tener una 
PASO, competir, compañero o compañera, que lo haga», respondió el 
gobernador desde Sierra de la Ventana, donde encabezó la clásica 
«conferencia de verano» y agregó, a modo de desafío: «Por supuesto que 
deberá pensar que tiene una propuesta mejor. Bueno, que la haga. Están 
todos invitados a competir».
Desde el entorno de la ministra, sin 
embargo, desmintieron que exista tal precandidatura y lo atribuyeron a 
una operación de prensa. «No nos vamos a subir a esa ola», dijeron a 
Tiempo sobre las versiones e incluso apuntaron que la funcionaria 
«siempre fue muy elogiosa de Axel». No obstante, consideraron que «es 
lógico» que su nombre «suene» ya que siempre jugó en La Plata y en la 
Provincia y podría «sumar al caudal electoral» en el proyecto 
reeleccionista de Kicillof. En otras palabras: que podría integrar la 
fórmula como candidata a vicegobernadora, el lugar que hoy ocupa 
Verónica Magario y que busca revalidar, como viene mostrando en sus 
recorridas veraniegas junto al gobernador.
No es la única que suena 
para competir en una PASO bonaerense. El jefe de Gabinete bonaerense, 
Martín Insaurralde, fue el primero, aunque el lomense nunca se haya 
pronunciado en público sobre el tema. En diciembre, luego de la decisión
 de Cristina Kirchner de no competir en este turno electoral, comenzó a 
reinstalarse la posibilidad de que Insaurralde compitiera por la 
Gobernación -un proyecto que alienta desde 2019-, en representación de 
un grupo de intendentes del Conurbano. Incluso comenzó a gestarse una 
suerte de «Liga de intendentes» de la primera y tercera sección 
electoral, que era fogoneada por el dirigente, pero que finalmente no se
 concretó.
En La Plata sostienen que «es legítimo» que el dirigente 
que quiera pueda ser candidato y evitan las críticas a Insaurralde. Pero
 dan a entender que «no cuenta» con el respaldo de todos los jefes 
comunales y advierten que, si se lanza a la carrera, también lo harán 
otros intendentes o referentes territoriales con peso del AMBA. En esa 
lista mencionan, por ejemplo, a Jorge Ferraresi de Avellaneda; Fernando 
Espinoza de La Matanza o Gabriel Katopodis de San Martín, quienes ya se 
pronunciaron públicamente a favor de la reelección de Kicillof.
¿Y el
 massismo? El Frente Renovador ya se manifestó a favor de que el 
candidato del FdT sea Kicillof y no agita hoy ningún nombre propio para 
una PASO bonaerense. «Nadie está con traje de candidato», subrayan desde
 ese espacio. El ministro de Economía, Sergio Massa, se muestra en buena
 sintonía con el gobernador y, de hecho, su principal espada en la 
Legislatura, el vicepresidente de la Cámara de Diputados, Rubén 
Eslaiman, viene repitiendo en público que Kicillof «es sin dudas el 
mejor candidato» para retener la Provincia y asegura que Insaurralde 
debería “ser candidato a senador o diputado” nacional. «

