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 La Corporación Federal de Seguros de Depósitos de Estados Unidos tomó 
control de los activos de la entidad financiera. En los balances se 
registran cerca de 175 mil millones de dólares de depósitos de los 
clientes, entre los cuales se encuentran algunas de las principales 
firmas de tecnología de California.
La entidad mostró importantes 
problemas por falta de liquidez a mitad de esta semana. Buscó recaudar 
dinero e incluso evaluó vender el banco para frenar el retiro masivo de 
activos. Pero no consiguió contener una corrida que en menos de dos días
 terminó por mandarlo a la quiebra. Ahora la preocupación es por el 
efecto contagio sobre otras entidades como First Republic.
El jueves 
el precio de las acciones del SVB había bajado 60 por ciento y este 
viernes las autoridades reguladoras de Estados Unidos decidieron 
directamente la suspensión de actividades. En un artículo del New York 
Times se mencionó que la Corporación Federal de Seguros de Depósitos 
devolverá en el corto plazo hasta 250 mil dólares depositados por cada 
cliente.
Para los que tenían cifras superiores, es decir que excedían
 el máximo cubierto por la Corporación Federal, recibirán certificados 
de fondos no asegurados. Esto implica que cobrarán sólo si es posible 
recuperar los activos. Hasta ahora el banco reconoció pérdidas por más 
2000 millones cuando intentó desprenderse de bonos para recuperar 
liquidez. 
La suba de la tasa de interés de la Reserva Federal de los
 últimos meses, que llevó el rendimiento del dinero de niveles cercanos a
 cero a valores de casi 5 por ciento, fue uno de los puntos que impactó 
en los números financieros de la entidad. El SVB tenía colocaciones 
importantes de su cartera de activos en títulos del Tesoro de largo 
plazo e instrumentos hipotecarios que bajaron su precio arbitrando a las
 nuevas condiciones de tasas.
Cuando comenzó la corrida, el banco se 
vio obligado a realizar la venta de estos títulos reconociendo una 
pérdida importante en el valor de sus activos. Las dificultades para 
obtener liquidez de otras formas, como la colocación de capital o la 
propia venta de la entidad, terminó de acelerar la debacle.
El 
episodio tomó una dimensión importante en los últimos días, generando 
fuerte caída del precio de las acciones de otras entidades bancarias, y 
llevó este viernes a la propia jefa del Tesoro de Estados Unidos, Janet 
Yellen, a realizar declaraciones. "Se registran situaciones recientes 
que afectan a algunos bancos que deben recibir un monitoreo muy de 
cerca. Cuando los bancos registran pérdidas financieras es y debería ser
 motivo de preocupación", afirmó.
Previo a la quiebra del SVB, otro 
banco más chico llamado Silvergate también se había declarado esta 
semana en bancarrota. Su principal negocio era atender a empresas de 
criptomonedas y su quiebra generó una fuerte caída de más de 10 por 
ciento en el precio del bitcoin y otras monedas digitales.
Una de las
 preocupaciones de las autoridades reguladoras de Estados Unidos es que 
la caída del SVB pueda impactar en otras entidades. Por ejemplo First 
Republica perdió este viernes más de un 20 por ciento en el precio de 
sus las acciones y algo similar ocurrió con Signature Bank. A su vez, 
los principales bancos como JP Morgan sintieron impacto el jueves pero 
el viernes comenzaron a recuperar parte de las caídas de la jornada 
previa.
El colapso del SVB afectó no sólo a las bolsas de Estados 
Unidos sino a distintos mercados incluidos los emergentes. En Argentina 
la bolsa terminó este viernes con un retroceso de más de 4 por ciento y 
particularmente las empresas locales que cotizan en Nueva York llegaron a
 registrar bajas de hasta 8 por ciento. A nivel de los bonos soberanos 
en moneda extranjera hubo retrocesos que fueron de hasta 4 por ciento. 
Con esto el riesgo país subió a 2207 puntos, un avance de 3,4 por ciento
 en la jornada. Las novedades del impacto de la sequía sobre la cosecha 
del campo suman presiones al precio de los activos financieros.

