
 En medio de las reivindicaciones de la comunidad educativa, en el marco
 de la ola de calor en escuelas porteñas, Soledad Acuña evitó responder 
con datos puntuales la falta de gestión en el sector y lanzó 
generalidades en sus redes sociales. Todo indica que intentó ser una 
respuesta a las y los estudiantes de más de 15 escuelas porteñas que 
decretaron un “faltazo” frente a la ola de calor. Rápidamente, 
referentes educativos, legisladores y distintas personalidades salieron a
 responderle a la funcionaria PRO.
“La ola de calor que atravesamos 
en gran parte del país es totalmente extraordinaria y atípica. Aun así, 
ningún ámbito laboral ni sector suspendió sus actividades en este 
contexto. El Estado debe garantizar la educación de los chicos todos los
 días”, arremetió Soledad Acuña en sus redes, intentando comparar a las 
escuelas públicas sin ventiladores con oficinas, bancos, dependencias 
gubernamentales y otros espacios laborales que cuentan con aires 
acondicionados. “No se puede negar, sin embargo, que miles de chicos 
encuentran mejores condiciones en la escuela que en sus propias casas, a
 pesar de que los gremios que piden cerrar las escuelas por el calor 
supongan que todos tienen aires acondicionados en sus hogares”, agregó 
la mandataria, basándose en cifras del INDEC que no certifica si en la 
mayoría de esos hogares hay carencia de ventilación eléctrica.
“Ministra,
 la crisis de infraestructura escolar es su responsabilidad. El paro es 
la respuesta a la mala situación en la que se estudia y trabaja. En 
invierno, los estudiantes van con frazadas; en verano, se desmayan de 
calor. Arreglen las escuelas. Basta de verso”, arremetió la legisladora 
porteña mandato cumplido y actual secretaria adjunta del gremio docente 
Ademys, Amanda Martin.
“Para garantizar las clases todos los días hay
 que dejar de desinvertir sistemáticamente la Educación Pública. Son las
 consecuencias de sus definiciones políticas. Para que se entienda mejor
 le comparto la información”, sumó el diputado de CABA del Frente de 
Todos Javier Andrade, con algunos datos del ajuste que sufrió el sector 
entre el año 2015 y 2023 durante la gestión de Acuña al frente del 
Ministerio.
No conforme con su posteo original, la ministra realizó 
una seguidilla de tuits donde aseveró: “Desde el Ministerio seguimos 
adelante desplegando todos los recursos que tenemos para mitigar esta 
situación excepcional, desde la distribución de agua hasta la reparación
 o reposición de los más de 25 mil ventiladores con los que contamos”. 
Las respuestas a este párrafo incluían desde el término “mentirosa”, 
pasando por diferentes descalificaciones de ineptitud, hasta datos 
concretos que refutaban una vez más a la titular de educación de CABA.
“Presentamos
 proyecto de emergencia para que el estado garantice que los chicxs no 
se desmayen y se negaron a tratarlo. Dejen de hacer marketing electoral 
poniendo en riesgo la salud de alumnxs y docentes”, le contestó 
Alejandrina Barry, diputada del FIT, con la imagen del documento en 
cuestión.
En el mismo sentido, su par de Nación Vanina Biasi 
manifestó que “Acuña no fue capaz de proveer de agua fría a las 
escuelas. Si no se trata de una persona insensible a la que el calor que
 padecen los chicos no conmueve o se trata de una inútil para resolver 
lo elemental. Como sea, un abultado salario malgastado”.
Las botellitas que nunca llegaron y ventiladores inexistentes
La
 semana pasada, la ministra Acuña lanzó en sus redes que, ante la ola de
 calor, iba a enviar 170 mil botellitas de agua a las escuelas porteñas.
 En la mayoría de las escuelas esas botellitas jamás llegaron y los 
pocos establecimientos educativos que fueron “beneficiados” por la 
iniciativa, denunciaron que solo enviaron una botella de medio litro por
 estudiante y una sola vez en la semana. Una realidad que es muy fácil 
de confirmar, dado que esas 170 mil botellitas no iban a alcanzar para 
una población estudiantil que llega a los 400 mil chicos y chicas que 
asisten sólo a las escuelas públicas.
En sintonía con el reclamo de 
la comunidad educativa que pedía agua fresca distribuida en dispensers, 
el viernes de la semana pasada, Tiempo sacó a la luz una licitación 
pública donde el GCBA, solicita a una empresa, que provea 5784 máquinas 
de café y bebidas para las diferentes dependencias gubernamentales 
porteñas. Esta licitación se terminó de redactar entre el miércoles y el
 viernes de la misma semana, que la comunidad educativa reclamaba los 
dispensers para las escuelas, confió a este medio una fuente de la 
jefatura de gabinete porteña. Al ser consultada si era posible incluir 
en esta misma solicitud dispensers para los establecimientos educativos 
del distrito, manifestó que “solo puede ser incluido tras el pedido 
formal del ministerio en cuestión”.

