
"Después del desembolso del FMI han bajado los riesgos de que se genere 
una dinámica explosiva. Es un escenario muy complejo en el que hay que 
administrar  tensiones graves, pero como las elecciones no están 
saldadas y los proyectos de Unión por la Patria y los de la oposición 
son tan distintos, el mercado no se atreve a adelantar una posición y se
 sostiene el clima de incertidumbre", agrega el funcionario cercano al 
ministro de Economía y candidato oficialista.
El retroceso del dólar 
contado con liquidación de 810 pesos a principios de esta semana hasta 
los 768 de este viernes abona esa hipótesis. La baja se produjo por los 
movimientos de la oferta y la demanda privada, sin intervención oficial,
 que se limita a las operaciones del dólar MEP por ser un mercado con 
menor volumen y más restringido. Esta última cotización cerró el viernes
 a 671 pesos.
"Vamos a llegar así, con la inflación de agosto en dos 
dígitos y la de septiembre no mucho más abajo, interviniendo sobre la 
brecha cambiaria, dando pelea día a día, pero sin los desbordes que 
sacarían a Sergio de la carrera electoral", analiza su colaborador.
Otra
 señal que el gabinete económico evalúa como positiva es la liquidación 
de exportaciones desde el 14 de agosto, el día posterior a las PASO, 
cuando se dispuso el salto cambiario de 22 por ciento. El Banco Central 
pudo comprar divisas por 1131 millones de dólares a partir de entonces y
 eso le permitió a Massa anunciar este viernes una mayor apertura del 
grifo para las importaciones de las pymes industriales. La limitación de
 las compras al exterior hasta ahora fue fuerte y el hecho de que la 
autoridad monetaria haya conseguido un flujo interesante de ingreso de 
dólares le permite soltar un poco la soga. 
De todos modos, el equipo
 económico reconoce que a medida que se acerque el día de la votación, 
el 22 de octubre, seguramente habrá guerra de encuestas y operaciones 
mediáticas para instalar escenarios especulativos, como sucedió antes de
 las PASO de 2019, cuando aparecieron sondeos que daban a Mauricio Macri
 como ganador. Todo ese ruido se reflejará en las cotizaciones del dólar
 blue y los dólares financieros, pero recién cuando se conozcan los 
resultados de la elección se conformará el nuevo escenario para el dólar
 y la economía.
Milei en primera vuelta
"Si Milei llegara a ganar 
en primera vuelta, el lunes 23 de octubre hay que llamarlo y que diga 
qué quiere hacer", especula el funcionario. La situación sería 
totalmente disruptiva con un presidente electo que quiere incendiar el 
Banco Central y dolarizar la economía. Las cotizaciones del dólar 
podrían saltar por los aires, muy por arriba de los 1000 pesos, y abrir 
las puertas a la espiralización inflacionaria.
"Si todos supiéramos 
que Milei va a ganar en primera vuelta, qué harían los ahorristas y qué 
haría el mercado: actuarían en consecuencia y se dolarizarían con todo 
lo que tienen, pagando cualquier precio por el dólar, cerrando los 
plazos fijos en pesos. Pero no es eso lo que está pasando. No se dan 
esos movimientos porque no está saldado el resultado electoral y porque 
en caso de que Milei ganara, tampoco nadie sabe a ciencia cierta qué 
quiere hacer. Un día dice que hay que dolarizar y después dice que en 
dos años. Por eso, con tanta incertidumbre, no se anticipan las 
decisiones financieras y eso al Gobierno le da posibilidades de ir 
llevando la situación sin que se produzca un estallido", razona.
Balotaje
"Si
 le preguntás a los financistas de la city porteña, en la intimidad te 
dicen que le tienen miedo a Milei. Preferirían que el balotaje fuera con
 Patricia Bullrich porque creen que en ese caso ganaría Juntos por el 
Cambio. Lo quieren a Carlos Melconian como ministro de Economía, de la 
mano de la Fundación Mediterránea", admiten cerca de Massa.
Si bien 
es cierto que Bullrich aseguró que de ganar las elecciones sacaría las 
restricciones a la compra de dólares el primer día y buscaría la 
unificación cambiaria, dando lugar a una enorme devaluación, en la city 
creen que Melconian tiene otro plan, más gradualista, y por eso tampoco 
se juegan completamente a la compra de dólares en este momento. La 
dolarización de carteras seguirá hasta los comicios, pero sería mucho 
mayor si los inversores estimaran que el triunfo de Milei es inevitable.
En
 caso de que el balotaje fuera entre Milei y Massa, las posibilidades 
del Gobierno de evitar otra devaluación crecerían. Las altas tasas de 
interés en pesos por ahora están logrando contener el salto hacia el 
dólar. Massa sostiene que a partir de diciembre la ecuación de las 
divisas cambiará positivamente y habrá margen para lanzar un plan de 
estabilización, de ganar las elecciones, que modere la depreciación de 
la moneda nacional.
En el gabinete económico afirman que el Gobierno 
podrá aguantar las presiones de todo orden que lo acorralan y ubicar a 
Massa como un candidato competitivo para convertirse en nuevo 
presidente. “Si llegamos a ganar las elecciones con este escenario 
económico tenemos que salir a dar charlas por el mundo”, confiesan, pero
 aun así remarcan que no es momento de bajar los brazos, sino de 
resistir.

