
 Si bien remarcan e insisten con que "no hay que adelantarse", el 
trámite que pensaron que sería "exprés" en el Senado demora más de lo 
esperado. A esta altura, no son pocos los que en Balcarce 50 ya barajan 
que "sería aceptable" llegar al pacto que se celebrará en Córdoba con, 
al menos, la aprobación de las leyes en general en la Cámara alta. El 
ministro del Interior Guillermo Francos, el vicejefe de Gabinete José 
Rolandi, el asesor del círculo íntimo de Javier Milei, Santiago Caputo y
 el subsecretario de Gestión Institucional y mano derecha de Karina 
Milei, Eduardo “Lule” Menem, son algunos de los que, por estas horas, 
llevan adelante negociaciones y conversaciones frenéticas para ver si 
logran conseguir lo antes posible la aprobación de la Ley Bases y del 
paquete fiscal. 
Francos se reunió este lunes con el gobernador de 
Chaco Leandro Zdero. El radical visitó al ministro en su despacho de 
Casa Rosada. Luego, Francos mantuvo diálogo con el de Entre Ríos, 
Rogelio Frigerio. Por ahora, el titular de la cartera no tiene en agenda
 viajes a las provincias hasta el que hará a Córdoba el 25 de mayo para 
acompañar a Milei en la firma del pacto en el que, además, se 
condecorará a los mandatarios provinciales que voten a favor de lo que 
quiere la Casa Rosada.
El titular de Interior expresó este lunes en 
diálogo radial que desde el oficialismo hablaron "con cada senador", 
para "convencerlos de a uno", con el objetivo de que voten a favor de 
las leyes. Además, dijo que se tomó el trabajo de explicarles a todos 
ellos que los proyectos son "en beneficio de los argentinos y no de un 
sector en particular", dejando en evidencia que eso es algo que está en 
duda. Francos puntualizó que considera que "primará la racionalidad", y 
que los legisladores "comprenderán la dificultad del momento que estamos
 transitando durante estos meses de gobierno". Sus declaraciones 
salieron a intentar apagar el fuego que dejaron el día anterior las de 
Federico Sturzenegger. 
El asesor estrella de Milei salió el domingo a
 extorsionar a la oposición para que voten a favor de los proyectos 
desreguladores cuando dijo que “sin ley bases el escenario es peor, el 
equilibrio fiscal se alcanzará con más impuestos y menos crecimiento”. 
En Casa Rosada defienden sus dichos y argumentan que "no se trató de un 
apriete, sino de la realidad". "Las leyes nos darán herramientas para 
que el ajuste sea menos fuerte. Eso es lo que explicó", justificaban.
El
 ministro del Interior y "Lule" Menem, en medio de las rondas de 
reuniones que fueron teniendo durante los últimos días, se encontraron 
el viernes pasado con Lousteau. Francos aclaró que con el senador y 
presidente de la UCR "han avanzado en distintos aspectos de la ley", y 
remarcó que pudieron aclarar "algunos temas que le preocupaban". Si bien
 sería raro que el senador vote a favor de los textos —que hace tan solo
 unos días y horas criticó con mucha dureza— en Balcarce 50 se ilusionan
 con que a la hora de la verdad el radical pueda llegar a abstenerse. 
Los
 que se mostraron un tanto molestos con el encuentro que mantuvieron 
Francos y Lousteau fueron, de manera llamativa, los propios miembros de 
la UCR que tienen posturas contrarias al presidente del partido y que 
apoyan sin pruritos al gobierno libertario. Con ese sector, que es 
encabezado por el diputado Rodrigo de Loredo, se reúne casi a diario el 
vicejefe de gabinete José Rolandi. Ellos quieren que también los reciba 
Francos.
El segundo de Posse, en tanto, es el que tiene la tarea de 
ir juntando todas las críticas que fueron enumerando los senadores en 
sus diversas exposiciones para intentar consensuar las modificaciones y 
que, cuando los proyectos modificados, vuelvan a la cámara de Diputados,
 solo tengan que ser aceptados sin una nueva redacción.
"Se está 
hablando con los que tienen diferencias y estamos en el mismo plano. En 
las exposiciones del Senado ya dejaron ver cuáles son los puntos en 
discusión: el RIGI, ganancias, blanqueo", enumeran de manera informal en
 el oficialismo y añaden que la idea es "buscar un consenso con los 
cambios para que, si vuelve a Diputados, solo quede aceptarlo y listo". 
"La tarea es llegar a un texto consensuado", remarcan.
En La Libertad
 Avanza apuestan a que la ley será aprobará en general en el Senado. 
Consideran que los senadores que decidan no hacerlo correrán el riesgo 
de quedar "pegados" a la postura que tomó el bloque de Unión por la 
Patria de rechazo total. Consideran que "el kirchnerismo" es una especie
 de "mancha venenosa" de la cuál los opositores "dialoguistas" se 
intentarán despegar. 
Además, miran con cierta cautela las 
declaraciones de la senadora Juliana di Tullio en las que aseguró que 
los 33 senadores del bloque peronista votarán en contra. Analizan que 
hay senadores de ese espacio que responden a las provincias de 
Catamarca, San Juan, Tucumán y Santiago del Estero que pueden llegar a 
cambiar sus votos y acompañar a LLA. Muchos de ellos, además de sufrir 
las presiones del gobierno, cargan en sus espaldas el peso del fuerte 
lobby empresarial que están ejerciendo los sectores que serán 
beneficiados con la aprobación de las leyes, en particular, por el RIGI.
 Es el caso, por ejemplo, de las empresas mineras que tienen mucho peso 
en varias de esas provincias como en San Juan y Catamarca.

