
 La profundización de la recesión fue explicada fundamentalmente por las
 caídas en la industria manufacturera, el comercio y la construcción.
Según
 los datos históricos de la serie de INDEC, la contracción de la 
economía doméstica fue la más aguda para un primer trimestre desde 2019,
 cuando la actividad sufría las consecuencias de las corridas cambiarias
 que provocaron una fuerte devaluación y sentaron las bases para el 
acuerdo entre el gobierno de Mauricio Macri y el Fondo Monetario 
Internacional (FMI).La inversión privada fue el componente de la demanda
 del PBI más golpeado, con un desplome del 23,4% en términos 
interanuales. Por su parte, el consumo, componente de mayor peso en lo 
que se produce fronteras adentro del país, registró una caída del 6,7%, 
mientras que el gasto público se redujo 5%. La performance del comercio 
exterior compensó parcialmente las bajas, ya que las exportaciones 
mejoraron 26,4% respecto del año pasado, en buena parte debido a la baja
 base comparación ya que 2023 estuvo atravesado por una de las peores 
sequías de la historia, lo cual perjudicó las ventas externas de los 
principales cultivos del país. Respecto del trimestre inmediatamente 
anterior, la economía se contrajo 2,6%, siendo también la inversión la 
más perjudicada con un retroceso del 12,6%.

