El Gobierno asegura que el traslado a precios será menor que en otras
ocasiones porque “la macro está ordenada” y no habrá convalidación
monetaria. La Pymes, en la disyuntiva de trasladar los costos y perder
mercado o quedarse quietas y seguir resignando rentabilidad. “Una típica
jornada de reacomodamiento de variables”, así definió un consultor del
sector industrial al lunes en que entraron en vigor las nuevas medidas
de flexibilización del mercado cambiario. Fue un día en que muchos
proveedores eligieron no entregar mercadería a la espera de determinar
el valor del dólar: “No hay información, no preguntes, no entregamos”,
le dijo una multinacional a una empresa local del sector textil.
Otros,
con más experiencia en este tipo de episodios, entregaron pero a
“remito abierto”, es decir, sin definir el precio que el comprador
abonará por la mercadería. Es una forma de no cortar el compromiso de
trabajo con sus clientes, pero tampoco arriesgarse a un costo de
reposición incierto.
También está el caso de algunos insumos
difundidos donde el precio está directamente dolarizado. En esa
situación, no queda mucho para discutir, los valores se fueron moviendo
directamente al compás de la suba del tipo de cambio oficial, que según
el promedio del Banco Central terminó la jornada del lunes en $1.233, un
12% por encima del cierre del viernes pasado.
El primer impacto en las pymes
Dentro
de la cadena, la peor parte se la llevaron las pequeñas y medianas
empresas que compraron a un plazo de 30 días, y ahora están recibiendo
notas de débito por “diferencia cambiaria”. Según contó a Ámbito Marcelo
Fernández, presidente de la CGERA, a muchos de sus asociados les
facturan el ajuste del dólar oficial desde el momento en que emitieron
el cheque hasta la fecha de cobro.
La situación es compleja, algunas
pymes ya entregaron su mercadería a “precio viejo” y ahora sufrirán un
descalce. Otras se encuentran con que la demanda del mercado no es la
adecuada y se vuelve imposible trasladar ese incremento en los costos a
los precios, por los menos por ahora.
El Gobierno espera un "pass through" más moderado
Justamente
esa es la apuesta del Gobierno, que el pase a precios del salto
cambiario sea menor que en otras ocasiones. El viceministro de Economía,
José Luis Daza, dijo que esto ocurrirá porque ahora “la macro está
ordenada” y además no habrá convalidación monetaria para que esto
ocurra.
Para el equipo económico, no debería haber mayores
sobresaltos en materia inflacionaria, aunque podrían verse cambios en
los precios relativos. Sin embargo, algunas empresas del sector plástico
ya mandaron listas con aumentos del 20% a sus clientes, también algunas
empresas en el sector de chapas y caños remarcaron a un ritmo del 15% y
proveedores de cajas de cartón subieron 10%.
La lógica suele ser
así: primero saltan los precios mayoristas y luego se ve el rebote en el
mostrador. Las alimenticias todavía están a la expectativa. Algunas
empezaron a moverse tímidamente: galletitas, dulces y harinas. A última
hora del lunes llegó una advertencia de los productores de aceite y en
las próximas horas podrían seguir otros. Ahora empieza la puja entre los
fabricantes y los comerciantes. Los supermercados ya advirtieron: “no
aceptaremos listas especulativas”.