La sociedad civil en la cumbre de Río+20 - Por Oscar Laborde
En el seno del Consejo Consultivo de la Sociedad Civil de la Cancillería
argentina, se ha constituido la “Red social argentina para el
desarrollo sustentable”, donde participan, no sólo ambientalistas y
ecologistas, que desde hace años vienen advirtiendo de los peligros que
acarrea el modelo de producción vigente, sino que también forman parte
los pueblos originarios, quienes desde su organización histórica y su
valorización de la madre tierra, se han ganado un lugar en la misma;los
intelectuales y los universitarios de las nuevas carreras que se dictan
sobre la materia en universidades del Conurbano Bonaerense; los
dirigentes sindicales preocupados para que no se restrinjan la
producción y los derechos de los trabajadores en los países en
desarrollo, y los movimientos sociales, pendientes de la mejora en las
condiciones de vida de nuestra gente.
Las organizaciones e instituciones concurrirán a Río en coordinación con
sus pares de la región, para advertir que la “Economía Verde” no sea
sinónimo de una no aceptación de los encargados de sus responsabilidades
por haber llevado al planeta a las condiciones medio ambientales en las
que hoy se encuentra y para que las nuevas tecnologías que se proponen
no terminen constituyendo un negocio para los poderosos de siempre.
Los países centrales están queriendo trasladar sus problemas y por ende,
su crisis, a nuestros pueblos, utilizando el tema medio ambiental, pues
como ellos tienen la tecnología, va a existir una enorme transferencia
de recursos de los países en desarrollo a los desarrollados para
adquirir, precisamente, esa tecnología, con lo cual nos vamos a endeudar
y nuevamente, generar una situación de dependencia, y ya sabemos las
consecuencias que la misma ha tenido para las mujeres y los hombres en
Latinoamérica.
Erradicar la pobreza es el verdadero desafío y allí nosotros contamos
con políticas que apuntan a su combate; frente a lo que está pasando,
por ejemplo, en Europa. Si no se habla en estos términos, la economía
verde es una trampa.