En los 24 partidos del Gran Buenos Aires, 613.000 personas están
desocupadas (9,7%); en la región Capital (La Plata, Berisso y Ensenada),
40.000 (8,7%); en Mar del Plata, 20.000 (6%); en San Nicolás, 7.000
(8,5%); y en Bahía Blanca, 7.000 (4,8%).
El informe, elaborado por el
Departamento de Análisis de Estadísticas Sociales de la cartera
económica provincial y publicado en junio, también advierte un
crecimiento de la subocupación, la informalidad y el cuentapropismo en
detrimento del empleo asalariado, lo que configura un deterioro
estructural del mercado de trabajo bonaerense. En declaraciones a
Ámbito, el ministro de Economía bonaerense, Pablo López, explicó que
“los últimos datos laborales son malos, pero no sorprenden: venimos
advirtiendo desde hace meses acerca de los resultados lógico de la
política económica implementada por el Gobierno nacional" y añadió que
"caen los ingresos de las familias, se desploma el consumo, las fábricas
de todos los rubros suspenden turnos, luego despiden trabajadores, y
finalmente cierran. Como consecuencia, aumenta el desempleo". "Mientras
se expanden las importaciones, se deterioran las actividades que son más
activas en empleo como la construcción, la industria y el comercio, lo
que evidencia lo reprimarizante, desigual y concentrador de riqueza de
este modelo nacional", aseveró el funcionario de Axel Kicillof y remarcó
que "esta política económica es anti provincia de Buenos Aires y está
destruyendo su entramado productivo. Es una injusticia social, este
modelo no cierra y beneficia a unos pocos". nTambién sostuvo: "Desde el
Gobierno de la provincia de Buenos Aires no detenemos la obra pública,
sostenemos políticas necesarias para paliar la grave situación que está
viviendo el sector privado y continuamos trabajando para mitigar los
efectos del ajuste del Gobierno nacional sobre las y los bonaerenses;
aún a pesar de un contexto en el que Nación sigue reteniendo recursos de
las provincias". La crisis del empleo en la provincia se refleja con
nitidez en los parques industriales, las plantas alimenticias, el sector
químico, los puertos y la industria de la construcción. No se trata de
casos aislados, sino de un proceso sostenido de caída de la producción,
achique de personal y pérdida de poder adquisitivo. En el corazón del
conurbano, empresas como Industrias Secco, radicada en San Martín,
despidieron a más de 30 trabajadores tras la suspensión de contratos en
sectores estratégicos como el energético y el petroquímico. En Zárate,
la multinacional suiza Clariant directamente cerró su planta, lo que
dejó en la calle a 50 trabajadores, y mudó su producción a Brasil,
mientras que Archroma, en el mismo parque industrial, echó a seis
empleados y enfrenta un proceso de conciliación obligatoria.