, aunque no le alcanzó para ingresar en la segunda vuelta. La Libertad Avanza protagonizó una pésima elección y quedó en cuarto lugar con apenas el 10% de los sufragios. En medio del escándalo de coimas en la ANDIS, el gobierno nacional sufrió una derrota diseñada de principio a fin por Karina Milei y Lule Menem, impulsores de la estrategia de “candidaturas puras”. El oficialismo correntino perdió 25 puntos respecto de la elección anterior, pero le alcanzó para retener la provincia. En una jornada atravesada por el calor, los correntinos definieron al sucesor de Gustavo Valdés. Los resultados, que demoraron en conocerse, confirmaron que el oficialismo pudo retener la provincia aún sin cerrar un acuerdo con los libertarios. Horas antes de la votación, en el entorno del gobernador atribuían la alianza fallida a las “ambiciones desmedidas de Karina Milei y Lule Menem”. El saldo para Valdés fue pura ganancia: logró conservar la autonomía de su frente electoral y ya no tendrá que mostrarse como un colaboracionista de Milei en el Congreso. En el cierre de campaña, el gobernador saliente oficializó su salto a Provincias Unidas, el espacio que lanzaron los mandatarios de Córdoba, Chubut, Santa Cruz y Santa Fe. Los gobernadores aseguran que serán oposición a Milei en el Congreso desde el 10 de diciembre y buscarán consolidarse como alternativa de gobierno hacia 2027. El peronismo, que obtuvo el segundo lugar, apostaba a meterse en la segunda vuelta como primer paso para recuperar la gobernación después de cincuenta años. Martín Ascúa, intendente de Paso de los Libres e impulsado por Cristina Fernández de Kirchner, fue el candidato. El 7 de junio pasado la expresidenta viajó a esa ciudad fronteriza para acompañarlo, horas antes de su detención. En la sede del PJ correntino sabían desde temprano que la única forma de llegar al balotaje era que el oficialismo no alcanzara los 40 puntos.