
"Hay voto vergonzante peronista, pero también hay voto vergonzante de
Milei", reconoce uno de los dirigentes más importantes del peronismo.
Esto significa que el escenario de paridad nacional que reflejan las
encuestas que manejan en Fuerza Patria y la Casa Rosada -curiosamente
sin grandes diferencias- puede volar por el aire. Suman incertidumbre
varias provincias con escenarios de empate técnico: los libertarios
afirman que están competitivos en Córdoba, Santa Fe, Neuquén, Río Negro y
creen que ganan CABA, Mendoza, Entre Ríos y Salta. Es decir, la moneda
está en el aire y pueden pasar de un mapa raquítico para el Gobierno a
un mapa con importantes zonas de color violeta. En el peronismo hay más
tranquilidad porque imaginan posible recuperar Chaco, Santa Fe, Rio
Negro, Santa Cruz, Chubut y retener todas las provincias que gobiernan.
De manera que para la Casa Rosada, Córdoba es otra vez la madre de todas
las batallas. Si ganan la provincia mediterránea pueden evitar el
papelón de presentarse como la fuerza que representa la iniciativa
privada y perder en el corazón productivo del país real (Buenos Aires,
Córdoba, Santa Fe). Para la Casa Rosada, Córdoba es otra vez la madre de
todas las batallas. Si ganan la provincia mediterránea pueden evitar el
papelón de presentarse como la fuerza que representa la iniciativa
privada y perder en el corazón productivo del país real. Ahora, la
elección tiene dos planos. Uno de superficie son los legisladores, que
es lo que se elige, donde el objetivo defensivo del gobierno es llegar
al tercio de las cámaras para blindar los vetos. Y otro más profundo es
el mensaje político hacia el 2027. Si la elección sale con el escenario
de paridad que filtran de la Casa Rosada, la opción es clara: Milei o
peronismo. El experimento de Provincias Unidas enfrenta dificultades
para llegar a los dos dígitos a nivel país y esto los vuelve una
variable dependiente de los dos grandes, más que un proyecto autónomo.
Para la Casa Rosada es un insumo de gobernabilidad en los difíciles dos
años que le quedan y para el peronismo es un campo vecino sobre el cual
pasar la cosechadora de votos.
La hipótesis de trabajo de estos seis
gobernadores es recrear Juntos por el Cambio y quedarse con los votos de
Milei en el 2027, por eso exageran anti kirchnerismo, pero necesitan
que la administración libertaria tenga una debacle controlada. Difícil. Y
más difícil aún sin una construcción sólida en la provincia de Buenos
Aires, que es el cementerio que construyeron los peronistas para todas
las terceras vías.
El domingo se van a cruzar dos relatos. El
gobierno dirá que, como en el ballotage del 2023, más del 51% de la
Argentina no quiere el peronismo. Y el peronismo argumentará que Milei
perdió casi 20 puntos, porque ahora va unido con el PRO y ambas fuerzas
en la primera vuelta del 2023 sumaron 53%.
Los dos tienen razón.
Milei está complicado para reelegir en primera vuelta y el peronismo
está complicado para superar un ballotage. Un 2023 revisitado.
La
evolución de la crisis económica marcará la trayectoria futura del
gobierno de Milei en términos electorales y el destino de Toto Caputo,
hoy el hombre fuerte del gobierno gracias al apoyo combinado del Tesoro y
el JP Morgan, banco en el que trabajó y a quien acaba de entregarle un
negocio de USD 16 mil millones.
El desembarco de Pablo Quirno en
Cancillería es producto de esas fuerzas y marca el nivel de injerencia
inédita de Estados Unidos en el gobierno argentino y en particular del
poder financiero de Wall Street. El secretario del Tesoro, Scott
Bessent, tiene un control granular del Ministerio de Economía y el Banco
Central de la Argentina. Ahora sumó Cancillería. Bessent como Caputo y
Quirno son hombres de las finanzas internacionales.
Que Milei haya
elegido concentrar el poder de su gobierno en la cara del modelo
económico que está lastrando su popularidad, una suerte de Cavallo al
revés, es una reacción típica del pensamiento neoliberal que propone
salir de los problemas que genera en la economía "profundizando" el
modelo, aunque hay que reconocer que no esta para nada claro, en el caso
de Milei, de que modelo se trata.
Pero esto no evita que la elección
de Pablo Quirno vaya en el sentido contrario de la ampliación de la
coalición de gobierno, que el poder real le está exigiendo a Milei para
darle sustento al tramo final de su mandato. Ni Macri ni Provincias
Unidas fueron consultados sobre la designación del canciller. Encerrarse
en los propios lo llevó a esta situación, difícil que por ahí encuentre
la salida.

